¿La
corrupción es buena o mala? La literatura económica
parece no ponerse de acuerdo. En www.geocities.com/WallStreet/7350/corrup.html
se analiza la perspectiva de los costos de transacción.
De acuerdo a esta visión la corrupción puede incrementar
dichos costos: Si un contratista tiene que sobornar a un funcionario
para que le adjudiquen un contrato, es lógico pensar que
el monto pagado se transferirá al costo de la obra y, en
última instancia, a los contribuyentes. Bajo esta misma
óptica microeconómica, sin embargo, también
se llega al resultado opuesto: En un ambiente de alta regulación
la corrupción puede ser beneficiosa en la medida que acelera
trámites y reduce costos de transacción; especialmente
en tiempo. En este caso la eliminación de la regulación
implicará el fin de la corrupción.
El problema no se reduce a las cuestiones micro. En algunos países
existe una fuerte correlación entre corrupción, endeudamiento
externo y la fuga de capitales. En www.eurosur.org/NGONET/tr9220.htm
se explica que sin fuga de capitales y corrupción la
crisis de la deuda externa no existiría en su forma actual.
Más de la mitad del endeudamiento de los países del
sur está depositada en cuentas particulares en paraísos
fiscales controlados por los bancos del norte. Los cinco países
que reciben más de estos capitales son: Panamá, Islas
Caimán, Suiza, Luxemburgo y Estados Unidos.
En www.transparency-lac.org/libro1.html#c1
la página de Transparencia Internacional se corroboran
los efectos económicos de las perspectivas antes mencionadas
y se agregan nuevos elementos relativos a la tecnología y
el desarrollo: Se ha observado que la corrupción aumenta
los costos de los bienes y servicios e incrementa la deuda de un
país, pero además también se genera,
desde la adquisición de tecnologías inapropiadas
o innecesarias hasta la aprobación de proyectos
basados en el valor del capital involucrado más que en la
mano de obra (por ser más lucrativo para el que comete la
corrupción), lo que puede ser menos útil desde el
punto de vista del desarrollo.
En el mismo documento puede leerse una expresión que sintetiza
un nuevo estado de ánimo y que podría aplicarse directamente
a la realidad local: La corrupción es un comportamiento
antiguo, hace mucho tiempo ilegal, pero objeto de una práctica
tolerada en las altas esferas y por la opinión pública.
Actualmente hemos ingresado a un período en donde este comportamiento,
antes tolerado, ya no lo es más. La frase corresponde
al procurador general de Francia, Pierre Truche; apellido que si
se lo traslada al contexto local puede resultar inapropiado.
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