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ECONOMíA EN PAGINA/12 WEB
26 DIC 1999








Y2K

 

BOMBA DE TIEMPO

Por Roberto Navarro

El día se acerca y el miedo crece. El 1º de enero a la 0.00 hora las computadoras pueden detenerse o cometer errores. Pueden desaparecer los registros de depósitos bancarios, cortarse el suministro de energía eléctrica, interrumpirse las comunicaciones y fallar los equipos médicos, entre otros problemas. Es el famoso Y2K. La falla informática del 2000 que afecta a todo el mundo y a casi todos los sectores. En Argentina se gastaron más de 5000 millones de pesos para adaptar los equipos. Es el precio para que el país no se detenga. Los voceros de las empresas de servicios públicos y las entidades financieras aseguran que sus computadoras no tendrán problemas. Pero unos y otros dudan de que sus colegas digan la verdad. De ese modo, en estos días se ha desatado una histeria para dentro de cada una de las compañías sobre el riesgo de un colapso en los servicios económicos básicos. Los especialistas desconfían, principalmente, de que las compañías de energía eléctrica hayan hecho la inversión necesaria. “Si no hay energía, caemos todos en un efecto dominó”, se atajan los responsables del resto de los servicios. Mientras se tranquiliza a la población asegurando que todo está bajo control, se preparan gigantescos equipos de guardia para la noche del 31, en muchos casos comandados por los presidentes de las empresas. La situación en el Estado no es mejor. El nuevo Gobierno desconfía de lo hecho por la anterior administración. La inquietud es tan grande que el propio jefe de Gabinete, Rodolfo Terragno, se hará cargo del operativo el día de Año Nuevo. Las áreas más conflictivas son los hospitales, la ANSeS y la AFIP.
Con la información proporcionada por las mismas empresas de servicios públicos, los bancos y el Estado, las consultoras internacionales ubican al país en un nivel de riesgo medio bajo para superar la crisis del Efecto 2000. Pero aclaran que la información no está chequeada. Aún en el caso de que las áreas más conflictivas superen con éxito el desafío, nadie duda de que miles de pequeños errores generarán complicaciones a lo largo del país. Municipios que pierdan sus registros impositivos y de catastro, pymes que extravíen sus listados de cuentas corrientes y de stock, equipos agropecuarios e industriales que dejen de funcionar, semáforos que dejen de operar. Raúl Bauer, presidente de la filial nacional de International Data Corporation, la consultora norteamericana que monitorea la preparación de todos los países del mundo para superar el Efecto 2000, señaló a Cash que “el costo total para el país se sabrá meses después. El 70 por ciento de las empresas tendrá algún tipo de inconveniente en su gestión”, vaticinó el especialista (ver recuadro).
“Argentina tiene dos ventajas para superar esta contingencia: su ubicación geográfica y su atraso tecnológico”, señaló irónico Oscar Sartori, el ingeniero del ENRE que supervisó la adaptación de los equipos de las compañías de electricidad. “El año nuevo llegará primero a Nueva Zelanda. Tenemos doce horas para enterarnos qué pasó allá y prepararnos”, explicó Sartori. “La otra ventaja es que en el país aún hay muchos sectores no computadorizados. Hay centrales eléctricas en funcionamiento, que andan muy bien, que datan de 1930 y se manejan manualmente.” El ingeniero aseguró a Cash que las compañías de electricidad no tendrán inconvenientes el 1º de enero, pero que temen que haya problemas con las comunicaciones. “Tenemos preparados cuatro sistemas alternativos a la telefonía básica: celular, BHF, BLU y satelital”, detalló.
Los bancos son los que reciben más consultas de la gente. La preocupación de los ahorristas se notó en las últimas semanas, en las que los depósitos cayeron más de 1500 millones. Para retenerlos, los bancos aumentaron fuertemente las tasas de interés: por un plazo fijo en pesos se llegó a pagar más del 13 por ciento anual y por uno en dólares un 9,5 por ciento. También los cuentacorrentistas están preocupados: si no funciona el clearing (sistema de compensación de cheques), se cortaría la cadena de pagos. Sin embargo, todos los especialistas coinciden en que el sector financiero es el mejor preparado para afrontar el Y2K. El operativo decompatibilización de equipos fue organizado por el Banco Central y monitoreado por la consultora española Sema Group. Según datos de ABAPPRA, el sector invirtió en total 500 millones de dólares. Fernando Dana, vocero técnico de la asociación, indicó a Cash que “hace dos años que se están haciendo verificaciones y que el lunes 3 de enero los bancos abrirán, incluso si no hay energía eléctrica”.
Las telefónicas esperan confiadas, pero atentas. Telecom gastó 18 millones de dólares en preparar sus equipos y Telefónica 10 millones. Andrés Alcaraz, gerente de Comunicaciones de la empresa española, indicó a Cash que los trabajos realizados en el país son los mismos que en Europa. “Aunque todo está en orden, más de 500 técnicos estarán de guardia desde el 31 a la mañana”, señaló el funcionario. Ambas empresas aceptan que esa noche puede haber un congestionamiento en las líneas por la particularidad de la jornada, que podría agravarse en caso de cortes de luz.
Las empresas de agua y de gas también aseguran estar preparadas. Según datos de ENARGAS, las distribuidoras gastaron 10 millones de dólares en la adecuación de equipos. Fabián Falco, de Aguas Argentinas, aclaró a Cash que agua no va a faltar, pero que sin electricidad no se la puede bombear para que llegue a los domicilios. Aerolíneas y Austral no volarán entre las 18 horas del 31 y las 10 horas del 1.
La ex funcionaria menemista Claudia Bello, encargada de la Unidad Ejecutora Año 2000 hasta el 10 de diciembre último, se despidió asegurando que el Estado estaba listo para enfrentar el problema. Pero la nueva administración desconfía. En el Estado hay una gran cantidad de equipos viejos y una tecnología heterogénea. La mayor preocupación pasa por la AFIP y por la ANSeS. La responsabilidad ahora corresponde a la Secretaría de Ciencia y Técnica, a cargo de Dante Caputo, pero se está pensando en centralizar el operativo en manos del jefe de Gabinete, Rodolfo Terragno. Especialistas consultados por Cash aseguran que en la AFIP, que tiene 22.000 computadoras, no saben ni siquiera qué equipos y qué programas utilizan en todas las oficinas del país.
Para no generar pánico, el discurso general apunta a que el 1º de enero llegará sin sorpresas. Pero todas las empresas prepararon equipos de guardia para responder a una emergencia. Tienen contratadas empresas de remises y motos para comunicarse en caso de que fallen todos los sistemas de telefonía disponibles. También tienen preparados generadores de electricidad, tanques de agua y hasta radios a pilas. Todos creen en una de las más famosas leyes de Murphy: si algo malo puede pasar, va a pasar.

Qué es el efecto 2000

Hasta principios de la década, la limitación más grande que tenían las computadoras era la escasa capacidad de memoria para acumular datos. Esta restricción, además, encarecía el costo de las plaquetas de memoria. Por esa razón se decidió dedicar sólo seis dígitos para representar las fechas. Dos para el día, dos para el mes y dos para el año. Por ejemplo, 26/12/99. Así, cuando los relojes internos de las máquinas lleguen al 1 de enero de 2000, se leerá 01/01/00. Entonces los equipos creerán que están en 1900. No sólo pueden realizar mal los cálculos de interés, retrasar pagos u otros errores administrativos, también pueden entrar en error o apagarse. Las computadoras fabricadas en los últimos dos años ya vienen con ocho dígitos, lo que resuelve el problema. A los equipos más antiguos hay que reprogramarlos. La mayoría de los equipos del país fueron adaptados, pero lo difícil es probar si el trabajo está bien hecho. Para eso se han realizado simulaciones, pero ningún especialista se anima a dar un ciento por ciento de seguridad sobre lo que ocurrirá cuando realmente los relojes marquen la hora cero del primer día del 2000.


ESTADO DE SITUACION

Sector por sector

Energía Eléctrica: En el ENRE aseguran que han verificado la efectividad de los trabajos realizados por las compañías. Pero especialistas de otras empresas de servicios y consultores internacionales advierten que muy posiblemente haya cortes de energía los primeros días de enero.
Comunicaciones: Tanto las empresas como los analistas independientes aseguran que los equipos de telefonía superarán el Efecto 2000 sin inconvenientes. Se esperan congestionamientos en las líneas por excesos de llamados.
Agua: La mayor parte del proceso desde que se toma el fluido del Río de la Plata, se lo filtra y distribuye no es computadorizado. Y los equipos de control fueron adaptados. Pero, si no hay energía eléctrica, el agua no llegará a los domicilios.
Gas: Las distribuidoras invirtieron más de 10 millones de dólares en adecuar los equipos y no se esperan complicaciones. Si hubiera cortes de electricidad en algunos puntos del país, no habría problemas. Si el corte fuera total, hay gas para dos días.
Bancos: Son los mejor calificados para enfrentar el Efecto 2000. Invirtieron 500 millones de dólares en la tarea de reprogramación. Algunos bancos se cubrieron invitando a los clientes a que no colocaran plazos fijos con vencimiento en los primeros días del año por cualquier eventualidad. El lunes 3 de enero abrirán, incluso si no hay electricidad.
Estado: Según la información que recibió el nuevo gobierno de las distintas áreas, el 80 por ciento de los equipos está reprogramado. La peor situación se da en los equipos médicos de los hospitales del interior del país. Especialistas independientes ponen en duda la efectividad de los trabajos hechos en la AFIP y en la ANSeS.


Jorge Mantovani, el efecto 2000 en el Estado

“Estamos listos en un 80%”

¿Cómo se preparó el Estado para enfrentar el efecto 2000?
–Según la información que nos llega de las distintas áreas, el Estado está listo en un 80 por ciento. El mayor déficit es en salud. Hay muchos hospitales públicos a lo largo del país con equipos sin compatibilizar.
¿Pudieron chequear todas las áreas en estas dos semanas de gobierno?
–No, ésa es la mayor preocupación. Pero sería de extrema gravedad que hubiera engaños en este tema. El jefe de Gabinete ya advirtió que si por una negligencia ocurren daños graves, se incurrirá en delito penal y serán denunciados.
Claudia Bello, a cargo del operativo hasta el 10 de diciembre, asegura que los trabajos están bien hechos.
–No ponemos en duda la capacidad de la gente que se ocupó del tema. Es más, confirmamos en sus puestos a los equipos técnicos que venían trabajando. Pero dudamos de que se haya hecho la compatibilización de todos los equipos en todas las áreas.
¿Cuánto dinero gastó el Estado en adaptar los equipos?
–No se sabe. Se habían pedido créditos específicos al Banco Mundial que no fueron utilizados en el operativo. El costo de modernizar todos las computadoras del Estado es altísimo.
¿Hay posibilidad de que se pierdan los datos de la AFIP o de la ANSeS?
–Se está trabajando para asegurarse de que no haya problemas ni en la recaudación impositiva ni en el pago de jubilaciones. Puede haber algún inconveniente que genere retrasos, pero no se van a perder los datos.


RAUL BAUER, DE DATA CORPORATION

“Habrá miles de pequeños problemas"

¿En qué nivel de preparación se encuentra Argentina para enfrentar el Efecto 2000?
–Argentina está clasificada con un nivel de riesgo medio bajo. Pero cabe aclarar que la evaluación se hace sobre la base de datos brindados por las mismas empresas y el Estado. La verdad se sabrá dentro de cinco días. La mayor preocupación pasa por las empresas de energía eléctrica, que podrían arrastrar a todas las demás. El ENRE no controló adecuadamente los trabajos.
¿Cómo se trabajó en la industria?
–Hay una clara línea divisoria entre las grandes compañías y las pequeñas. Las empresas de envergadura se controlan entre ellas. Los bancos monitorean a sus clientes, estos a sus estudios jurídicos y contables, como así también a sus proveedores. Saben que si se rompe un eslabón de la cadena se perjudican todos. En cambio, las pequeñas empresas dependen de su propia responsabilidad y de la idoneidad de los equipos técnicos que consigan para realizar la adaptación de las computadoras.
¿Cómo puede repercutir en la economía la crisis informática?
–Tenemos planteados cuatro escenarios:
Un 1 por ciento de posibilidades de que haya una falta de servicios prolongada que afecte a una gran masa de la población.
Un 25 por ciento de posibilidades de que algunas empresas industriales o comerciales tengan serios problemas que afecten su operatividad en tal medida, que incluso puedan quebrar.
Un 75 por ciento de posibilidades de que muchas pequeñas empresas tengan problemas en sus sistemas de facturación que afecten su operatividad por un breve tiempo, sin consecuencias graves.
Un 99 por ciento de posibilidades de que se generen miles de pequeños inconvenientes, como una fecha mal puesta en una carta.