Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Las 12

ECONOMíA EN PAGINA/12 WEB
12 MARZO 2000








FINANZAS del Buen Inversor
 por Claudio Zlotnik

LA NUEVA NIÑA BONITA DE LOS MERCADOS LATINOAMERICANOS

El envidiado triunfo azteca

México consiguió la calificación que tanto desea la Argentina. Hace cinco años estaba sumergida en la crisis del Tequila luego de devaluar su moneda. Ahora es la plaza preferida.

La Argentina no es México.” Hace cinco años, la afirmación sonaba a plegaria en boca de Domingo Cavallo. El por entonces titular de Economía peregrinaba por los centros financieros del mundo intentando convencer a los financistas internacionales de que la convertibilidad gozaba de buena salud. Un lustro después, el escenario cambió. Tras sortear el Tequila y la devaluación, México ingresó al selecto grupo de países que tienen la calificación de investment grade (grado de inversión), mientras los funcionarios de la Alianza viajan a Nueva York tratando de convencer a esos mismos inversores extranjeros de que la Argentina va camino a ser como México: un mercado seguro y rentable para sus inversiones.
La calificación investment grade es importante para atraer inversiones extranjeras. De hecho, los inversores institucionales estadounidenses (fondos de pensión y compañías de seguros, por ejemplo) se encuentran inhibidos de invertir en mercados considerados “especulativos”, de acuerdo con sus propias normas regulatorias. La llave para lograr captar esas inversiones es la nota “grado de inversión”, de la que la Argentina está cuatro escalones por debajo.
¿Qué tiene México que no tenga la Argentina? En primer lugar, la asociación comercial con los Estados Unidos. La conformación del NAFTA le permitió a México subirse a la locomotora de la economía estadounidense.
Por otra parte, los inversores internacionales creen que la convertibilidad es el talón de Aquiles de la economía argentina. Pero, además, y de acuerdo con la percepción de las calificadoras de riesgo, la Argentina acumula los siguientes puntos negativos.
n Frente externo debilitado. Al contrario de México, que ha incrementado sus exportaciones en los últimos años, las ventas externas argentinas están estancadas. Mientras la Argentina necesitaría cinco años de exportaciones para pagar su deuda externa, México precisaría uno.
n Pago de intereses creciente. Durante este año, la Argentina debe pagar 12.000 millones de pesos en concepto de servicios de la deuda pública.
n Frente fiscal deteriorado. En el ‘99, el déficit de las cuentas públicas fue equivalente a 2,5 puntos del PBI, contra 1,2 de México. Esta variable podría mejorar este año si se cumple con lo pautado en la Ley de Convertibilidad Fiscal.
Descartada una devaluación, el Gobierno tiene un desafío de fondo: lograr ganar terreno en los mercados internacionales bajando sus costos internos. Con una flexibilidad laboral de hecho, la única manera de hacerlo sería a través de una reducción de las tasas de interés y de los impuestos. La madeja deberá desenredarla Machinea y su equipo.