La gauchada de Greenspan
El martes fue
un buen día para el dólar: después de que la
Reserva Federal anunciara un aumento de un cuarto de punto en la
tasa de descuento (al que seguirán otros, según se
predice), la moneda estadounidense subió contra el euro y
contra el yen. Como es sabido, Alan Greenspan pretende con estas
alzas enfriar un poco la economía y prevenir una burbuja
en los mercados, si no es demasiado tarde para eso. Aunque al atraer
fondos hacia Estados Unidos corre el riesgo de no lograr su propósito.
A la Argentina, como país fuertemente endeudado a tasa variable,
la decisión de Washington le engruesa la factura financiera
de la deuda. Pero ése no es el único costo. Además,
arrastra al peso hacia una mayor sobrevaluación contra otras
áreas monetarias, agravando los problemas de competitividad
del país. De hecho, licua por anticipado, en alguna medida,
el paquete procompetitivo que sigue en lenta cocción.
En realidad, el dólar mismo está sobrevaluado, en
términos de la paridad que le aseguraría a Estados
Unidos un equilibrio sostenible en la cuenta corriente del balance
de pagos. Pero eso les preocupa poco, porque hoy lo decisivo en
la economía internacional es el movimiento de capitales,
cien veces más cuantioso que las operaciones cambiarias vinculadas
con el comercio exterior.
Washington no se inquieta ante el crecimiento de su ya gigantesco
déficit en cuenta corriente porque el ingreso de capitales
lo convalida. Por tanto, su banca central puede incluso elevar las
tasas, fortaleciendo el dólar y arriesgando así un
mayor rojo comercial. Pero la situación argentina es muy
otra: la acentuada sobrevaluación del peso no va a atraer
capitales sino ahuyentarlos al socavar la competitividad. Este problema
puede ser atenuado, pero no resuelto por el descenso en el riesgo
país, aunque abarate el capital.
Estos son algunos de los problemas de atar la moneda a la de una
superpotencia que vive una realidad tan alejada de la Argentina,
y una advertencia de lo que ocurriría en caso de eliminar
el peso y adoptar el dólar.
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