El impacto en la city de la suba de la tasa
Preparando los motores
La
Fed aumentó en un cuarto de punto la tasa de interés
de corto
plazo. Pese a ese endurecimiento, los mercados accionarios
reaccionaron al alza. Qué están haciendo los inversores
extranjeros.
La decisión
de la Reserva Federal de subir sólo un cuarto de punto la
tasa de interés de corto plazo desató la euforia de
los operadores de Wall Street. La lectura de los principales analistas
es la siguiente: la economía estadounidense seguirá
creciendo a buen ritmo, las empresas mantendrán un buen nivel
de ganancias y las acciones subirán. Es tanto el optimismo
de los inversores que no sólo se lanzaron a comprar acciones,
sino que invirtieron fuerte en bonos del Tesoro a treinta años,
que subieron hasta que su rendimiento implícito quedó
por debajo del 6 por ciento anual fijado por la Fed para la tasa
de corto, nivel que también se ubicó el retorno de
los títulos a diez años. Que los bonos largos paguen
menos que los cortos significa que el mercado confía en un
futuro próspero para la economía. En Buenos Aires,
los más optimistas piensan que la caída de los rendimientos
de los bonos norteamericanas desviará parte de las inversiones
hacia el mercado local. Los escépticos, en cambio, afirman
que mientras Estados Unidos crezca a buen ritmo seguirá siendo
una aspiradora para los capitales de todo el mundo.
Hasta hace dos años cada suba de tasa decidida por la Fed
era seguida de un desplome de las acciones. En la actualidad los
analistas de los principales fondos de inversión y de pensión
ven estas subas como coyunturales. La tasa de interés de
largo plazo va a ser baja o muy baja, vaticinan. Se basan en que
Estados Unidos, el principal deudor del mundo, no sólo dejó
de tomar fondos, sino que está haciendo cancelaciones de
capital.
En la city porteña reina un moderado optimismo. Al buen contexto
internacional se sumaron algunas buenas noticias locales. La colocación
de un bono a diez años a una tasa de 10 por ciento anual
por parte de la empresa Metrovías abre nuevamente la puerta
del mercado de capitales para los privados. En las próximas
semanas se espera que varias compañías salgan a imitarla.
El anuncio del ministro de Economía, José Luis Machinea,
de que el Estado no tomará fondos por unos meses, fue el
guiño que esperaban las empresas para probar suerte en el
mercado de bonos. También el acuerdo automotor con Brasil
fue recibido con importantes incrementos en los papeles de las empresas
del sector. Pero los analistas coinciden en que el mercado recién
va a subir con fuerza cuando aumente el volumen.
La llave para que crezca el monto de las operaciones es el ingreso
de órdenes de compra del exterior. Los fondos comunes de
inversión locales perdieron gran parte de sus inversores
por las fuertes caídas de los últimos años.
Y las AFJP cambiaron su sistema de compras. Antes componían
sus carteras con todas las acciones líderes, ahora actúan
muy selectivamente. De esta manera, el despegue de la bolsa local
depende casi exclusivamente de que los inversores extranjeros decidan
volver a jugar algunas fichas en la región.
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