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EMPLEO
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en
argentina hay 500 millones de dolares para internet
Virtual
fiebre del oro
En
los últimos meses han aparecido en Argentina muchísimos
sitios nuevos de Internet. Cómo nacen, crecen y amplían
su horizonte con aportes de capital financiero las empresas puntocom.
Por
Claudio Scaletta
Las
posibilidades abiertas por Internet para la evolución de
los negocios desataron una nueva fiebre del oro que avanza a la
vanguardia de la globalización de los mercados. La restricción
para los nuevos emprendimientos en Argentina, la falta de capital,
se trocó en abundancia. Sólo en los últimos
meses, se lanzaron en el país alrededor de 800 nuevos proyectos.
La Cámara Argentina del Comercio Electrónico, en
un relevamiento que se reconoce incompleto, registró en
el mercado local 450 sitios que realizan algún tipo de
transacción económica en la red. Para los especialistas
del sector, la caída del Nasdaq disparada la semana pasada
por la baja de Microsoft el prenunciado inicio de la decantación
de los sitios no afectará las inversiones locales
más que en la selección más eficaz de los
proyectos.
Para Enrique Carrier, director de la consultora especializada
Prince & Cooke, uno de los fenómenos que generó
Internet es la aparición del capital de riesgo. Un
dato importante, en particular en Estados Unidos, es que el dinero
va a Internet porque es donde hay mayores expectativas de crecimiento.
Lo que no quiere decir que muchas veces esas expectativas no sean
desmedidas o incorrectamente canalizadas, explicó.
Los distintos fondos que operan en el mercado argentino tienen
reservados para proyectos en la red alrededor de 500 millones
de dólares. Aunque esto parezca mucho dinero destaca
Carrier hay que pensar que las inversiones en los sitios
suelen ser muy altas. Si los proyectos toman envergadura, esa
plata se va rápido, afirmó.
Juan Carlos Müller, presidente de Tempo 2 de Argentina, una
firma cuyo objeto es la creación de negocios en Internet,
explicó a Cash lo que consideró el punto crítico
para la selección de emprendimientos. Ideas hay muchas,
dinero para buenos proyectos siempre aparece. El problema es la
capacidad de ejecución en un tiempo corto. Quien tiene
la idea debe conocer el negocio, porque el plazo es cada vez más
chico. Se necesita gente capaz de implementar un proyecto de 60
a 90 días y luego destinar todo el día a mejorar
el sitio, pues en esta carrera quedarán muchos en el camino,
indicó.
El otro punto esencial es la proyección regional del proyecto.
Víctor Nicodemo, director de Tempo 2, destacó que,
si bien Argentina es un lugar de mucha creatividad, donde
hay muchos proyectos interesantes, no debe descuidarse el volumen.
El negocio debe estar dirigido al mercado latinoamericano, que
es la zona del mundo de mayor crecimiento potencial de Internet,
destacó. Al respecto Enrique Carrier, de Prince & Cooke,
agregó que por ser América latina una región
que entró tarde, tiene un gran potencial de crecimiento;
existe todavía, en muchas áreas, la posibilidad
de ser el primero.
Pero si el emprendedor tiene la idea original, la capacidad para
llevarla adelante y consigue ser tocado por la varita mágica
del capital, ¿qué deberá ceder a cambio?
Müller sostuvo que una vez seleccionado el proyecto
hacemos una oferta a los creadores sobre los servicios que podemos
darle; donde podemos agregarle valor. Lo que pedimos a cambio
son acciones, no dinero, destacó. Logrado el
acuerdo empezamos a trabajar en el negocio y aportamos el capital
semilla, que es el necesario para el desarrollo inicial del sitio,
agregó.
Carrier sintetizó a Cash las etapas del proceso de inversión.
El primer paso es el del inversor ángel (concepto
alternativo para capital semilla), por lo general un contacto
del fundador. Entre 250 y 300 mil dólares se destinan normalmente
a construir la página y ponerla en la red (lo que generalmente
se terceriza) así como los primeros, todavía muy
pequeños, gastos de marketing. Recién después
de este aporte se puede acudir a un fondo. Si no se habla de entre
2 y 5 millones no se ocupan. Esta sería la primera ronda
de financiamiento. En la segunda los montos se multiplican por
diez.
El directivo de Prince & Cooke recordó también
que sólo trascienden al público las historias de
éxito, pero los fondos no ganan en todas. Por
eso se manejan un poco como en la ruleta; ponen en varios casilleros.
La diferencia es que en el mundo virtual no todos los números
valen lo mismo, hay cierta lógica detrás. Pero lo
concreto es que un fondo, por ejemplo de 50 millones, no invierte
más de 2 en cada proyecto, apuntó.
Llegado a este punto resta la pregunta del millón, ¿por
qué algunos sitios logran valorizarse y otros no? O bien,
liberando la cuestión de su componente especulativo, ¿cuál
es el contenido real del negocio de Internet?
Para Müller, aunque hoy los sitios valen por la comunidad
que generan, es decir, por su cantidad de visitantes, en el largo
plazo deberán tener su propia capacidad comercial.
Este especialista piensa que la única alternativa para
ganar dinero es el comercio electrónico. Los sitios
horizontales más famosos se dan cuenta lentamente que son
lugares de paso hacia los sitios de contenido y que no podrán
sumarse a la transacción económica del que está
detrás. El 80 por ciento de estos sitios sigue apoyando
su negocio en la base de datos, en la cantidad de gente que entra
y en el tiempo que navegan, para vender banners. Esto tiene un
límite, concluyó. En esa misma línea,
Carrier precisó que un sitio de Internet debe ofrecer
un diferencial sobre las empresas del mundo real, o un precio
distinto o algo que sólo pueda conseguirse a través
de la red.
ARGENTINA,
POLO TECNOLOGICO DE LA REGION
Esta
es la oportunidad
Cuando
se habla de desarrollo de Internet en América latina
se piensa en Argentina, Brasil y México. Con prescindencia
del tamaño de los mercados, en proporción a la
población el desarrollo es relativamente similar en los
tres países. Pero en comparación con tradicionales
perspectivas empresarias, Internet creó una mentalidad
de negocios muy vinculados con el exterior. En Brasil,
quizá por el tamaño de su propio mercado, esto
no se ve tanto, afirmó a Cash Enrique Carrier,
director de Prince & Cooke. Basta con ver cuántos
sitios brasileños hay en Argentina, UOL, Submarino, y
creo que no más. En ese sentido tenemos una ventaja relativa
y la posibilidad de situarnos como una potencia regional en
la economía de la tercera ola, afirmó.
Algunos especialistas piensan que Argentina tiene la posibilidad
de especializarse en software y Brasil en hardware, le comentó
Cash.
El diagnóstico que existe en el gobierno actual
y también en el gobierno de Estados Unidos, es que la
carrera industrial con Brasil está perdida y que nosotros
tenemos una gran posibilidad de ganar la carrera de la tercera
ola. Y el razonamiento que se hace es el siguiente: por un lado,
a pesar de todo, Argentina sigue teniendo el mejor nivel educativo
de la región, tiene el PBI per cápita más
alto, casi el doble de Brasil. Y a fin de año será
el primer mercado de telecomunicaciones desregulado, lo que
hace prever que el precio de las telecomunicaciones caerá.
Argentina, entonces, tiene la posibilidad de convertirse en
un polo tecnológico proveedor de contenidos, ya sea de
e-commerce y de información.
LAS
CLAVES DE UN SITIO DE INTERNET
Las cuatro C
José
María Calderazi, gerente de finanzas de la Cámara
Argentina de Comercio Electrónico, describió a
Cash las cuatro C que definen el valor real de un
sitio en Internet: la Comunidad, el Contenido, la Comunicación
y el Comercio.
Lo primero que debe definirse es la comunidad; a dónde
y a quiénes va dirigido el proyecto, es decir; el segmento
de mercado que finalmente se interesará por el sitio.
Esta comunidad puede ser abierta, concentrada, reducida,
pero es fundamental tener claro cuál es, remarcó.
El contenido y la comunicación representan el nexo necesario
entre los dos extremos de la cadena, la comunidad y el comercio,
actual o potencial. Así, los contenidos deben estar diseñados
para ser atractivos para la comunidad definida, sea a través
del ofrecimiento de un servicio, información o entretenimiento.
La comunicación es la posibilidad, facilitada por las
características de Internet, de que la Comunidad interactúe
y establezca lazos de pertenencia.
Por último, el Comercio, aunque en una primera etapa
puedan obtenerse ingresos por publicidad, será el fin
último del emprendimiento y lo que finalmente aportará
los ingresos económicos del sitio.
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