Otro
ladrillo
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en
la pared
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El
sueño de la casa propia está más cerca. La
oferta de créditos hipotecarios es cada vez más
amplia y ventajosa. Pero hay que saber elegir. La caída
del riesgo país conseguida por el Gobierno en el primer
bimestre del año fue la señal de largada para que
los bancos se lanzaran a pelear un mercado con enorme potencial.
Ya hay créditos con plazos de hasta 40 años y cuotas
de menos de 100 pesos por cada 10 mil prestados. Un estudio privado
sobre la pirámide de sueldos del país, que circula
en el ámbito bancario, indica que por cada peso que bajan
las cuotas, hay 80 mil personas más que pueden acceder
a un crédito. Según el informe, la baja promedio
de 30 pesos que se dio en el último mes generó 2,4
millones de nuevos potenciales compradores. Para seducirlos, los
bancos van definiendo distintas estrategias. Algunos apuntan al
precio, reduciendo tasas de interés y gastos; otros asumen
mayores riesgos, prestando un porcentaje mayor del precio de la
propiedad, y hasta hay bancos que ofrecen créditos a quienes
no pueden demostrar sus ingresos, basándose en el análisis
del consumo del solicitante durante el último año.
La competencia desató una guerra publicitaria. Pero atrás
del marketing se esconden enormes diferencias de precios y los
costos financieros reales aún son caros en todo el sistema.
Según un informe oficial, por un préstamo de 40
mil dólares a 20 años a tasa fija, el banco más
barato cobra, en total, incluyendo la devolución del capital,
los intereses y los gastos, 112 mil dólares. La entidad
más cara cobra por el mismo préstamo 142 mil. En
un crédito de 40 mil dólares, una mala elección
puede costar 30 mil dólares.
Los bancos esperan que el 2000 sea el mejor año de las
últimas dos décadas, en materia de préstamos
para la vivienda. Cash tuvo acceso a un informe elaborado por
una consultora bancaria, que estima que en los próximos
cuatro meses el sistema financiero otorgará préstamos
para la vivienda por un total de 970 millones de dólares.
Con este dinero, más la parte que los compradores deben
pagar de contado, se pueden adquirir 27.800 departamentos nuevos
de tres ambientes, que son los más buscados. Como el stock
de este tipo de inmuebles no supera las 30 mil unidades en todo
el país y muchas de ellas no responden a las características
requeridas por el mercado, el estudio augura una suba del 10%
en los precios de los departamentos nuevos.
Este informe será utilizado en la campaña marketinera
de los bancos para convencer a los que prefieren esperar a que
bajen más las tasas de interés. El optimismo de
los bancos se basa, principalmente, en el potencial del mercado
nacional. El stock de créditos hipotecarios del país
equivale al 3 por ciento del PBI. Alrededor de 10 mil millones
de dólares. En 1942 los créditos superaban el 30
por ciento del PBI, lo que ahora equivaldría a 100 mil
millones. Y en los países desarrollados el stock de préstamos
hipotecarios supera el 50 por ciento del PBI.
El primero en atacar fue el Banco Río, que ofreció
créditos a treinta años, para que la cuota mensual
por cada 10 mil pesos de crédito resultara la redonda y
tentadora suma de 100 pesos. El Banco Galicia redobló la
apuesta ofreciendo préstamos a 40 años. Ambas entidades
se juegan al mercado de clientes de menor poder adquisitivo. En
esta franja de consumidores se prioriza el monto de cada cuota
individual por sobre el costo total del préstamo.
De inmediato, el Banco Boston salió a pelear el mercado
de su clientela habitual, las personas de clase media y media
alta, con un argumento simple, pero contundente: no tomen créditos
a treinta años, porque a los diez años todavía
deberán el 90 por ciento del préstamo. La cuenta,
absolutamente real, se basa en que por el sistema de amortización
francés, que es el que ofrece la mayoría de los
bancos, se pagan primero los intereses y luego el capital. A 45
días de comenzada la batalla los 12 bancos más grandes
del país siguen inundando los diarios de avisos publicitarios
que prometen distintas ventajas según a la porción
del mercado a que apunten. El Banco Hipotecario ofrece otorgar
el préstamo con la sola presentación del DNI. Así
espera capturar al segmento de consumidores que puede pagar la
cuota, pero no tiene la documentación para probarlo, porque
trabaja en negro o tiene un recibo de sueldo inferior al ingreso
real o es independiente y no declara todas sus ganancias al fisco.
La entidad hace un análisis del consumo del solicitante,
utilizando el movimiento de las tarjetas de crédito y las
facturas de los servicios, y deduce qué cuota puede pagar
cada persona. También hay bancos que seducen a los clientes
ofreciendo hasta el 90 por ciento del precio de la propiedad,
otros que bonifican los gastos de hipoteca o premian la puntualidad
en el pago.
La variedad de las propuestas de los distintos bancos no es una
ventaja para los que tienen que elegir en qué entidad pedir
el préstamo, sino todo lo contrario. Las diferencias con
que están armadas las ofertas dificultan la comparación.
Cash tuvo acceso a un informe de la Secretaría de Defensa
de la Competencia que señala que la falta de información
está derivando en fallas de mercado que afectan
la decisión de los consumidores. En concreto, los funcionarios
detectaron que la gente está tomando los préstamos
en los bancos más caros en lugar de hacerlo en los más
baratos. La Secretaría preparó un listado (ver cuadro
aparte) en el que se compara el Costo Financiero Total (CFT) de
los créditos ofrecidos por las principales entidades del
mercado. El CFT incluye, además de la tasa de interés,
todos los gastos que cobra cada banco. Del listado surge que,
por ejemplo, un crédito de 40 mil dólares a 20 años
a tasa fija cuesta 30 mil dólares más en el Banco
Boston que en el Scotiabank Quilmes.
El crédito más ofrecido por los bancos es la línea
en dólares a tasa variable. Así se aseguran la devolución
del préstamo en una moneda fuerte y sin el riesgo de que
una suba de tasas les haga perder plata. El dato es un buen indicio
para determinar qué préstamos le conviene pedir
a la gente. Para desanimar la demanda de créditos en moneda
nacional los bancos cobran en los préstamos en pesos tasas
hasta un 50 por ciento más caras que en las líneas
en dólares. Con respecto a la elección entre tasa
fija o variable, conviene constatar a qué indicador está
atada la posible variación. Unos pocos bancos trabajan
sobre la tasa Libor, lo que asegura a los clientes un alto grado
de estabilidad. Pero la mayoría establece en las escrituras
de hipoteca que la tasa varía según el costo del
dinero con el que se fondea el banco. Un dato difuso y de difícil
constatación.
Los créditos hipotecarios son un negocio redondo para los
bancos. El promedio del CFT que cobra el sistema sobre préstamos
en dólares es de 15,8 por ciento, por lo menos un 60 por
ciento por arriba del costo del dinero para entidades de primera
línea. Y la tasa de morosidad de este tipo de créditos
es menor al 1,5 por ciento. Además, los bancos utilizan
estos préstamos a largo plazo como una estrategia de bancarización.
Un cliente que asiste a la sucursal todos los meses a pagar la
cuota es un potencial consumidor de productos financieros, como
tarjetas de créditos, seguros y fondos de inversión,
entre otros. Incluso muchos bancos ponen como condición
para el otorgamiento del crédito la compra de un paquete
que incluye una cuenta corriente, una caja de ahorro y dos tarjetas.
Cómo
decidir el mejor
Comparar
entre los bancos del mercado el costo financiero total, que incluye
gastos, comisiones y seguros. No quedarse sólo con la evaluación
de la tasa de interés ni con el monto de la cuota cada
10 mil pesos. Hay bancos que bonifican los gastos de escritura
de hipoteca. Es un dato importante. Pero hay que tener cuidado.
Si un banco no cobra la hipoteca pero tiene una tasa un 2 por
ciento mayor, no conviene. En un préstamo a 10 años
cada punto equivale a 3100 dólares.
Los créditos más baratos son los de tasa de interés
variable, pero hay que prestar atención a qué indicador
está atada la tasa. Muchos bancos ofrecen esta línea
con tasas que varían de acuerdo a sus propios costos de
fondeo. Este es un dato difuso y difícil de controlar.
La elección de la moneda depende de la percepción
que tenga cada uno sobre el futuro de la Convertibilidad. Pero
no hay que olvidar que los sueldos son en pesos y que se está
apostando a plazos de entre 10 y 40 años. Algunos bancos
exigen a los clientes mantener hasta el pago total del crédito
una cuenta corriente o un paquete que incluye una cuenta, una
caja de ahorro y dos tarjetas de crédito. Esos costos suben
considerablemente el valor total del crédito.
Claudio
Miteff *
Este
será un gran año
Este
va a ser un gran año en el negocio de los créditos
hipotecarios. La baja de tasas, la estabilidad y la expectativa
de un año con crecimiento económico son un
contexto inmejorable para el desarrollo de la oferta. La
gente se beneficiará con la competencia que se desató
en el sistema. Ahora tienen para elegir plazos, tasas y
moneda. Además, hay préstamos a tasa fija
y variable. Banco Río vendió 300 millones
de dólares en créditos durante el mes de marzo
y esperamos liderar el mercado durante todo el año.
Nuestra estrategia es jugarnos a tener el menor costo del
mercado. Por eso premiamos a nuestros clientes que cumplen
con la cuota al día durante todo el préstamo
devolviéndoles el 20% del capital, lo que equivale
a un descuento en la tasa de dos puntos. Confío en
el potencial del mercado porque Argentina, sigue siendo
un país con una gran cultura en la compra del techo
propio por medio de créditos hipotecarios.
*
Negocios inmobiliarios de Banco Río
|
Gustavo Wainstein
*
Mucho
cuidado al elegir
Es
un excelente momento para sacar un crédito por la
variedad de oferta disponible. Pero la gente debe tener
mucho cuidado cómo elige. Hay bancos que ofrecen
cobrar 100 pesos cada 10 mil, pero en realidad, en el momento
de la escritura, el cliente sólo recibe 9 mil. El
resto son gastos de inicio, comisiones y otros ítem.
Así, la persona pierde mil pesos más los intereses
que igual pagará sobre el total. Por eso recomendamos
mirar el costo financiero total y no la tasa o el valor
de la cuota. Nosotros sólo cobramos 100 pesos de
tasación de la propiedad. Otra ventaja que ofrece
el Boston es el certificado de transparencia. Cuando una
persona hace una consulta le entregamos una planilla en
la que constan exactamente todos los detalles de la operación.
Además, el mismo documento sirve como certificado
de preadjudicación. De esa manera la gente se va
tranquila sabiendo si va a poder conseguir el préstamo
y en qué condiciones.
*
Gerente de Producto de Banco Boston
|
Max Chion *
La
demanda se multiplicó
Es
un excelente momento para sacar un crédito por la
variedad de oferta disponible. Pero la gente debe tener
mucho cuidado cómo elige. Hay bancos que ofrecen
cobrar 100 pesos cada 10 mil, pero en realidad, en el momento
de la escritura, el cliente sólo recibe 9 mil. El
resto son gastos de inicio, comisiones y otros ítem.
Así, la persona pierde mil pesos más los intereses
que igual pagará sobre el total. Por eso recomendamos
mirar el costo financiero total y no la tasa o el valor
de la cuota. Nosotros sólo cobramos 100 pesos de
tasación de la propiedad. Otra ventaja que ofrece
el Boston es el certificado de transparencia. Cuando una
persona hace una consulta le entregamos una planilla en
la que constan exactamente todos los detalles de la operación.
Además, el mismo documento sirve como certificado
de preadjudicación. De esa manera la gente se va
tranquila sabiendo si va a poder conseguir el préstamo
y en qué condiciones.
*
Gerente de Producto de Banco Boston
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