Bancos
Por
Rolo Villar
Me demoré
en comenzar a escribir esta nota porque fui al cajero automático
y estuve como veinticinco minutos. No, no hubo ningún problema
de funcionamiento, sólo que me quedé, le hice compañía,
porque si no parece que voy a verlo sólo cuando necesito
plata.
Dicen que no hay plata, la verdad es que a la plata la tienen los
bancos y encima tienen la nuestra. Porque cuando uno agarra un peso,
¿qué dice?: llevo el dinero al banco, por ahí
en casa me lo roban. En realidad, en el banco te lo roban
igual, pero no te das cuenta.
El viernes me llamó el gerente de la institución bancaria
con la que opero y me dijo: Señor Villar, hoy es día
28 de abril y usted tiene 2000 en rojo. Yo le respondí:
Fíjese cuántos tenía el día 14.
Me dice: A ver, a ver... Usted el día 14 tenía
5000 dólares a favor. A lo que repliqué: ¡Y
yo lo llamé a usted!.
Ahora los bancos están muy bien porque te dan crédito.
El problema es que para que te otorguen un crédito tenés
que demostrar que no te hace falta. Te comprás un departamento
y cuando terminás de pagar el crédito decís:
La puta, si me compré dos departamentos... Claro, pero
uno es para el banco.
Todos están con los créditos hipotecarios. Tengo un
amigo que tiene 79 años y me dijo: Me compré
un departamento a pagar en 30 años. Le digo: ¿A
pagar en 30 años? A tu edad, en vez de una casita te hubiera
convenido sacar un panteón. Y tengo otro amigo que
lleva 27 años de novio. Le pregunté: ¿Qué
te pasa que no te casás?. Y me dice: Es que no
tengo casa. Estoy esperando que de una buena vez el banco me dé
un crédito para una vivienda. Y le respondo: Casate
igual y andate a vivir con tus viejos. Y me contestó:
No puedo, ellos están igual que yo. No se pueden casar
por lo mismo.
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