El primer economista
Por
Luis Landriscina
En una clase
de Economía de 5º año del secundario, el
profesor preguntó: A ver, Méndez, dígame,
quién fue el primer gran economista del mundo. Como
cualquier chico de esa edad, el alumno se paró al lado del
banco, como no queriendo aceptar que no tenía la menor idea.
Y entró a buscar la respuesta en el cielo raso. Mirando al
techo, repetía: ¿El primer gran economista,
me dijo, no?. Sí, contestó el profesor.
El primer gran economista... el primer gran economista...
para mí fue Noé. El profesor, entre enojado
y sorprendido, le preguntó: Dígame, Méndez,
¿en qué se basa para decir tamaña barbaridad?
Y el chico contestó: Y, porque mientras los demás
se hundieron, el único que quedó a flote fue él.
CAPITAL Y
TRABAJO
Finales de 1983, Alfonsín acaba de asumir. Un cordobés
le dice a otro: Vos sabés que ahora que volvió
la democracia yo me querría interiorizar un poco cómo
es este asunto de la política y la economía. Porque
yo he comprado libros, sabés. Y hay uno ahí que se
llama El capital y el trabajo. Y lo leo, lo leo y no lo entiendo.
Vos que sos más ducho en estas cosas me podés explicar.
A ver, cómo te puedo explicar contesta el otro
ponele que yo tengo una idea para hacer algo, pero no tengo la plata
para llevarlo a la práctica. Y te la pido a vos, que pongas
la plata, o sea el capital. Y vos decís, cómo no,
yo pongo la guita. Entonces esa parte ya está, ese es el
capital. Y el otro pregunta: ¿Y el trabajo?.
El que te va a costar que te la devuelva.
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