Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Las 12

ECONOMíA EN PAGINA/12 WEB
30 ABRIL 2000








10 AÑOS DE CASH

REFORMA Y CAPACIDAD DE GESTION DEL ESTADO

“No existen soluciones milagrosas”

Quien hubiese sido el ministro de Economía de Eduardo Duhalde presidente plantea la necesidad de recuperar el Estado como protagonista para impulsar el desarrollo social.

Por Jorge Remes Lenicov *

Las perspectivas para el futuro próximo parecen exigir que enfrentemos algunos temas en forma urgente. Es que si bien en la primera mitad de la década del 90 se ha producido una gran transformación en la organización económica que ha permitido dar un salto cualitativo, falta avanzar en la resolución de problemas que en su momento no han sido abordados y aquellos nuevos que dificultan el mejoramiento de las condiciones de vida de la gente.
Hoy tenemos dos problemas centrales: uno visible, el desempleo, el subempleo, la fractura del mercado laboral, el empeoramiento de la distribución del ingreso y el aumento de la pobreza; otro, más etéreo, como es la competitividad, la capacidad de exportar, la productividad.
Desempleo y falta de competitividad están indisolublemente unidos porque no se puede crear empleo sin crecimiento y no se crece sin mayor competitividad. El eje conductor, la pregunta central, es cómo se enfrenta el crecimiento, porque nuestra economía requiere de altas tasas de expansión para superar el problema social y enfrentar la vulnerabilidad externa: con bajo crecimiento aparece el doble riesgo de agudizar la crisis social y de fuga de capitales.
Para crecer hay que tener una organización económica adecuada, capitales, mano de obra calificada, management y recursos naturales. Argentina tiene instituciones económicas que han mejorado sustancialmente, aunque aún hay varias cuestiones a modificar. Falta mayor volumen de capital (ahorro interno) y la calificación de nuestra mano de obra se ha deteriorado, por ello el problema de pertinencia y calidad educativa debería ocupar un lugar central en la agenda pública. Contamos con materias primas abundantes y el management se fue acomodando a las nuevas circunstancias y está mejorando. Pero, no se puede crecer con equidad en base a la abundancia de materias primas, con productos intensivos en mano de obra barata o en grandes dotaciones de capital. Hay que aumentar la capacidad de producir bienes sofisticados y heterogéneos, que requieren conocimiento, información, capacitación, buena formación y de la gestión eficiente del Estado. Caso contrario el resultado se expresa en alto desempleo y salarios reales declinantes.
Por todo ello, la agenda pública no debería focalizarse sólo en el frente fiscal y esperar que la economía real se reactive. Es necesario trabajar sobre los problemas y los factores anteriormente identificados en forma integral. Como la realidad es compleja y no existen soluciones “milagrosas”, parciales, fáciles, se debe recurrir al análisis sistémico que reconoce que no hay una sola medida para crear un entorno que estimule el aumento constante de la productividad, en el que las oportunidades de inversión y los nuevos negocios se difundan hacia todos los sectores. Este enfoque, postula, en cambio, que existen complementaridades y efectos sinérgicos entre las políticas, que es posible prever, actuando simultáneamente sobre la competitividad y la distribución.
De la agenda pública sobresalen tres grupos de temas, que si no se resuelven favorablemente, no se podrá mejorar la situación del conjunto de los argentinos: inserción internacional, cambios institucionales, transformación de la gestión pública.
1. La apuesta estratégica es el Mercosur: su replanteo exige la definición de una agenda para viabilizar la integración, que transforme al mercado ampliado en la plataforma de lanzamiento al resto del mundo, y cláusulas de salvaguardia ante cambios bruscos de la política macroeconómica, sistema de solución de controversias y coordinación macroeconómica; y a partir de ello fortalecer nuestra cadena de valor en los sectores productivos. En lo político debemos mejorar la coordinación de nuestra política exterior.
2. Es imperioso plantear y comenzar a actuar para resolver serios problemas de tipo organizacional-institucional que están pendientes y que afectan decididamente la marcha de la economía y por ende del desarrollo social: la educación (sobre todo secundaria y universitaria), la Justicia, las relaciones fiscales federales (provincias-municipios), las regulaciones sobre empresas privatizadas, mercados de baja competencia y las corporaciones profesionales; el control de la evasión para poder bajar impuestos y sostener el sistema previsional. El deterioro de estas instituciones afecta día a día la cohesión social y la potencialidad de nuestro país para seguir creciendo.
3. No hay posibilidad de políticas públicas en su sentido amplio sin transformación del Estado (Nación, provincias, municipios), para recuperar capacidad de gestión en la educación, apoyo a pymes, seguridad, salud.
Estos son los tres grupos de temas que aún nos falta discutir y es el enfoque necesario para la gestión pública en nuestro país: priorizar las cuestiones estratégicas de la agenda por sobre los problemas de la coyuntura y las urgencias. Ello implica abandonar los enfoques parciales, sin medir simultáneamente el efecto de las políticas sobre las restantes cuestiones pendientes, ganar consenso en la comunidad, lograr que la clase dirigente (política, empresarial, sindical, intelectuales) participe activamente del debate y del nuevo proceso de transformación que requiere la Argentina para su desarrollo integral.

* Diputado nacional.