Periodismo
El periodismo
económico aparece hoy como una de las actividades laborales
más interesantes para el economista, que le permite enriquecer
su manejo del análisis económico con una intensa participación
en la vida económica real. Sin embargo, no se trata de un
fruto reciente, aunque así parezca indicarlo el empleo de
modernísimos medios de obtener y transmitir información.
En la historia, este tipo de periodismo sirvió, primero,
como herramienta apologética de reformas y de sistemas económicos,
unas veces para dar a conocer una propuesta, otras para cimentar
una revolución y otras para impedir que una revolución
derribara el orden existente; y segundo, como cauce de los resultados
de la investigación científica. En la primera función,
tenemos el caso de los periódicos fisiocráticos, utilizados
para hacer conocer el ideario fisiocrático. El Journal de
lagriculture, du commerce et des finances fue el primero,
dirigido desde 1764 por el discípulo más joven de
Quesnay, Du Pont de Nemours. Le siguió Ephémerides
du citoyen, fundado en 1767 por el abate Baudeau. A medida que el
primero fue perdiendo penetración, los fisiócratas
fueron tomando el segundo como órgano de sus ideas. En sus
páginas apareció el Compendio de los principios
de la economía política (1772), atribuido indistintamente
a Dupont y al margrave reinante en Baden. Le sucedió Nouvelles
ephémerides du citoyen, que publicó en 1775 los Principios
de la ciencia económica por el Conde de C***. Ambos
opúsculos fueron traducidos y reunidos por Manuel Belgrano
en una sola obrita de 91 páginas, Principios de la ciencia
económico-política, impresa en Buenos Aires en 1796,
que fue la primera obra de economía teórica impresa
en el actual territorio argentino. El primer periodismo argentino,
en los albores de Mayo, tuvo claro sesgo económico: el periódico
de Cabello y Mesa (1801) fue el Telégrafo Mercantil, Rural,
Político-económico e Historiógrafo del Río
de la Plata. Le sucedió el de Vieytes (1802), cuyo nombre
se inspiró en la obra de Adam Smith: Semanario de Agricultura,
Industria y Comercio. El fundado por Belgrano (1810) tenía
por fin (para el virrey) calmar la inquietud revolucionaria, y se
tituló Correo de Comercio, donde la palabra comercio
equivalía a economía civil o economía
política, según la obra de Genovesi Lecciones
de Comercio, por entonces muy consultada.
Periodismo
y ciencia
El
crecimiento de la ciencia económica fue un resultado natural
del incremento en el número de estudiosos dedicados a investigar
y enseñar dicha ciencia. El mismo hecho creó la necesidad
de comunicar los resultados nuevos, de un modo rápido y antes
de poderlos insertar en textos abarcadores, así para adelantar
la ciencia como para asegurar la prioridad en los descubrimientos.
En 1879 Sidwick debió imprimir privadamente los estudios
gráficos de Marshall sobre valores internos e internacionales,
para asegurar que no fueran plagiados. No había entonces
una revista científica. La más antigua en lengua inglesa
es The Quarterly Journal of Economics, de Harvard, dirigida desde
1886 por Charles F. Dunbar. En 1890 se celebró la reunión
inaugural de la Asociación Británica de Economía,
cuyo fin principal era crear The Economic Journal, que pronto se
convirtió en la principal publicación académica
inglesa, bajo la dirección de Francis Y. Edgeworth entre
1890 y 1911, continuado por John M. Keynes, quien desde 1919 compartió
la dirección de nuevo con Edgeworth hasta el fallecimiento
de éste en 1926; al fallecer Keynes (1946) fue sucedido por
Roy F. Harrod y E. A. G. Robinson. Como la más grande república
burguesa de la historia, los EE.UU. tienen asimismo el grupo más
numeroso de economistas, nucleados desde setiembre de 1885 en la
Asociación Económica Norteamericana. La creación
de un órgano de difusión científica tardó
hasta 1911, año en que se fundó la American Economic
Review, complementada en 1963 con la creación del Journal
of EconomicLiterature. También deben mencionarse el Journal
des Economistes (Francia), Giornale degli Economisti (Italia) y
Weltwirtschaftliches Archiv (Alemania). En la Argentina desde 1913,
con la fundación de la Facultad de Ciencias Económicas
de la UBA, se publicó la Revista de Ciencias Económicas,
adonde aparecieron valiosas contribuciones científicas de
Raúl Prebisch, Hugo Broggi, Luis Roque Gondra, Carlos M.
Ramallo, José Barral Souto, Oreste Popescu, Julio H. G. Olivera
y otros. En fecha más cercana, la revista declinó
y su lugar lo ocuparon dos distinguidas revistas: Económica
(La Plata) y Desarrollo Económico (IDES). Pero la tecnología
manda, y ellas a su vez pueden ser desplazadas por medios electrónicos,
como el Journal of Management and Economics publicada en Internet
por la UBA (www.econ.uba.ar).
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