La dichosa cleptocracia

“Nadie lo duda: el Estado es una banda de ladrones. Independientemente de su grado de desarrollo y de su organización, el uso de la fuerza es su principal característica. Pero si bien el Estado es una banda de ladrones, que viola a diario nuestros derechos, de ahí no se desprende la necesidad de su abolición. A veces, lo más eficiente es tolerar a los ladrones hasta cierto punto, como lo explica claramente la teoría económica de la criminalidad. La meta no debe ser eliminar el delito por completo, sino hasta el punto en que los beneficios marginales de una menor cantidad de delitos se igualan a los costos marginales de combatirlos. ¿Por qué no aplicar este argumento también a la mayor banda de delincuentes, el Estado? Desmantelar el Estado por completo no parece ser una solución sana. En primer lugar, porque ante el primer intento de hacerlo esta aparentemente pacífica institución sacará sus uñas y garras, movilizando todo su potencial de violencia y propaganda para evitarlo. Y, en segundo lugar, porque tras eliminar del Estado no nos espera el paraíso.”
Este equilibrado análisis de la cuestión pertenece a Alexander Dilger y apareció en la revista alemana Eigentümlich Frei (Propiamente Libres), siendo reproducido por Atlas del Sud, publicación de la ultraliberal Fundación Atlas para una Sociedad Libre. En estas posiciones, de tinte anarcoliberal (una suerte de anarquismo de derechas), parece haber más coherencia que en las actitudes de quienes sostienen ideas antiestatales pero no se privan de valerse del Estado como contratados, beneficiarios de prebendas o incluso miembros de alta jerarquía. Si realmente creen que el gran problema de la economía argentina es el gasto público, ¿por qué cobran plata del Estado, administran parte de ese gasto y hasta se quejan de las insuficientes partidas que les asignan? ¡Qué extraño es todo! Leemos en la muy liberal The Economist: “Si el superávit presupuestario es logrado a costa de la educación o la infraestructura pública, lo que se logrará es reducir el crecimiento futuro”.