DULCE DE LECHE

Con grata sorpresa he leído el artículo publicado en Cash del dos veces titular del Banco Central en la era Menem, Javier González Fraga. Digo asombro porque ésa fue mi primera impresión al ver a este adalid del libre mercado producir una metamorfosis extraordinaria –al decir de Menem esta mutación sería copernicana o estratosférica–, hablando de la necesidad de hacer política industrial, criticar a los gurúes de la economía –sus colegas– por creer en las propiedades mágicas de la “mano invisible”. Quedé estupefacto al leer lo que en su gestión eran herejías dignas de la hoguera y percibiendo algo sobrenatural, partí a buscar la causa de esta mutación revolucionaria. Y con orgullo puedo informar a quien quiera creer, que la encontré: se trata del dulce de leche. Sí, aunque los lectores no lo crean, la fabricación del dulce de leche produce efectos absolutamente increíbles en la personalidad de los economistas, principalmente de aquellos liberales. Esto es, cuanto más liberal más afecta al mutante. Es por ello que propongo al Poder Ejecutivo y a nuestros legisladores que promuevan una línea de crédito a fondo perdido, exclusiva para gurúes económicos, que promueva la implantación de fábricas de dulce de leche. Los resultados pagarán con creces la inversión, nuestra economía florecerá, sincronizadamente con la mutación de los gurúes. Y bueno, si ello no ocurre, por lo menos comeremos un montón de dulce de leche “convertible”.

Mito Solovey
Ingeniero
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