ESTANCAMIENTO
EN LA EVOLUCION DE LOS FCI
Fondos poco Comunes
La
crisis y la incertidumbre financiera detuvieron el crecimiento de
los Fondos Comunes de Inversión. Las carteras que preferen
los pequeños y medianos ahorristas son las que eligen activos
conservados.
Hubo
un tiempo en que los fondos comunes de Inversión se convirtieron
en un boom. Eran los años dorados de la Convertibilidad,
y los fondos eran los niños mimados de los pequeños
y medianos inversores. Había explosión del consumo,
y también de inversiones. Los ahorristas iban en busca de
activos que les abrieran las puertas a jugosas ganancias, y los
más chicos habían encontrado en los fondos comunes
la posibilidad de confiar sus ahorros en manos supuestamente expertas,
pudiendo incluso diversificar el riesgo. Pero el boom se acabó.
La crisis económica golpeó también a los fondos
comunes.
Con la recesión y la incertidumbre sobre lo que vendrá,
los ahorristas se volvieron más conservadores. Los pequeños
inversores dejaron de confiar en las acciones y de asistir a los
bancos para averiguar sobre el menú de fondos comunes. En
el caso de los FCI, hay varios datos que reflejan esta actitud más
cuidadosa.
n El dinero administrado se mantuvo prácticamente estancado
en el último año y medio, en unos 7800/7900 millones
de pesos (con la excepción de fines del 99, cuando
cayeron a 7100 millones por el temor de los inversores al Y2K).
n Se profundizó la preferencia de los ahorristas por los
FCI dedicados a plazos fijos y títulos públicos. Entre
ambos rubros acumulan cerca del 85 por ciento del total: 6420 millones.
En la actualidad, siete de cada diez pesos están concentrados
en los fondos que invierten exclusivamente en plazos fijos. A los
que se suman otros 571 millones (7,3 por ciento del total) que están
invertidos en los ultraconservadores FCI de Money Market (que invierten
en un mix de plazos fijos y bonos públicos de corto plazo).
n En acciones hay invertidos 420 millones de pesos (5 por ciento
del total), apenas 100 millones más que hace dos años.
Muy atrás quedaron los tiempos en que los fondos comunes
mostraban un crecimiento sostenido. De los 250 millones de pesos
que manejaban a mediados de 1994, se duplicaron un año más
tarde. Y volvieron a duplicarse hacia 1996. Entre el 96 y
el 97, los fondos se quintuplicaron, pasando de 970 a 4700
millones. Y luego saltaron a 6240 millones a mediados de 1998. Entonces,
la crisis económica empezaba a sentirse, y la cartera de
los FCI se estancaba. Cuando la economía no ofrece señales
de un camino despejado, los depósitos a plazo fijo y el colchón
parecen ser los mejores amigos de los ahorristas.
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