Ventajas
y desventajas de la extranjerización de la banca
Fortaleza que también debilita
La
fuerte presencia de la banca extranjera es un activo para el BCRA
para explicar la inmunidad ante las crisis. Pero, a la vez, demora
la salida de la recesión por su política conservadora
en dar préstamos.
En
momentos de crisis económica, los funcionarios suelen destacar
aquellos elementos que han quedado a salvo de la tormenta. Este
es el caso del sistema financiero. José Luis Machinea y Pedro
Pou suelen destacar la fortaleza que muestran los bancos en medio
de la tormenta. El sistema financiero ha quedado como un bastión
de la Convertibilidad. Pero la solvencia de los bancos no debería
ser un activo en sí mismo sino el puente hacia un repunte
de la economía. Y algo está fallando si mientras los
depósitos aumentan, los préstamos disminuyen y, al
mismo tiempo, continúan creciendo los fondos inmovilizados
por las entidades financieras.
El colchón diseñado por el Banco Central para prevenir
crisis ya alcanza los 10.000 millones de pesos. En su último
boletín monetario y financiero, el propio BC reconoce que
esa integración de capital es muy superior del nivel
requerido por las normas locales y más del doble del recomendado
internacionalmente. Esos 10.000 millones corresponden al 18,5
por ciento de los activos de riesgo de los bancos. Las normas de
Basilea recomiendan que esa proporción sea del 8 por ciento.
Es lo mismo que decir que las entidades tienen retenidos 5700 millones
de pesos que podrían prestar al público sin dejar
de cumplir con esas estrictas exigencias.
Ya es un clásico que el presidente del Central se jacte de
la robustez del sistema y de relacionar la confianza del público
en aquél al hecho de
que la mayoría de los bancos está en poder de grupos
del exterior. Pero lo cierto es que la extranjerización y
concentración bancaria le está poniendo trabas a la
salida de la recesión.
A pesar de que los depósitos crecen mes a mes, esos fondos
no se vuelcan en créditos al sector privado. Desde que empezó
el año, las colocaciones a plazo en pesos y en dólares
se incrementaron en 5700 millones (de 50.900 a 56.600 millones).
Pero, al mismo tiempo, el stock de préstamos a particulares
y empresas cayó en unos 2500 millones. En un contexto de
crisis económica, los bancos extranjeros mantienen el canal
abierto de créditos a sus clientes más confiables
y, sobre todo, al Estado. En la actualidad, los préstamos
al sector público están creciendo a un ritmo del 25
por ciento anual.
A la vez, la extranjerización le ha quitado dinamismo al
sistema. Los gerentes de las filiales radicadas en la plaza local
deben pedir autorización a sus casas matrices para otorgar
líneas que superen determinado monto, de entre dos y tres
millones de pesos. Así, la decisión final de aprobar
o no esos préstamos recae en banqueros españoles,
estadounidenses, franceses o ingleses que difícilmente tienen
una mirada lejana de la realidad argentina. Esta es la cara menos
simpática que Pou prefiere dejar a un lado cuando resalta
la estabilidad y fortaleza del sistema financiero.
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