Los
consumidores se quejan cada vez más. reclamos a privatizadas
Protestar para no llorar
Las
privatizadas, las prepagas y las tarjetas de crédito son
las que reciben la mayor cantidad de denuncias de los consumidores.
Por
Roberto Navarro
En
lo que va del año, los reclamos recibidos por las asociaciones
de defensa de los consumidores ha seguido en aumento. En los primeros
siete meses se incrementaron un 12 por ciento. Sólo Adelco,
la asociación más grande, recibió 70 mil denuncias.
El 22 por ciento de las quejas fueron contra empresas de servicios
públicos, el 10 por ciento contra compañías
de medicina prepaga y otro 10 contra emisoras de tarjetas de crédito.
En la Secretaría de Defensa de la Competencia y del Consumidor
funcionan los Tribunales Arbitrales para laudar en ese tipo de reclamos
que, generalmente, son por pequeños montos. Pero la mayoría
de las empresas, como la presentación no es obligatoria,
se niega a comparecer.
Desde que se crearon las asociaciones de consumidores, a mediados
de la década del 80, los reclamos aumentaron año
a año. Pero la fuerte expansión se dio a partir de
la privatización de los servicios públicos. En
los últimos diez años las denuncias crecieron un 1000
por ciento y las asociaciones ya no damos abasto, apuntó
a Cash Ana María Luro, directora de Adelco. El Estado recién
se involucró en el problema en 1998 con la creación
de los Tribunales Arbitrales. El organismo nació con la finalidad
de laudar en los miles de reclamos que reciben las asociaciones
mensualmente. Y ofrece las ventajas de brindar sus servicios gratuitamente,
resolver los reclamos en un plazo máximo de 120 días
y que sus fallos tienen valor judicial, sin derecho a posterior
apelación. Pero en 27 meses de gestión solamente tramitó
5594 reclamos, de los que resolvió apenas 2017.
Cuando existe una denuncia, el organismo estatal cita a la empresa
cuestionada, pero la presentación ante el tribunal no es
obligatoria. Desde que se inició el sistema, el 56 por ciento
de las empresas citadas se negó a comparecer. Defensa del
Consumidor también invita a las empresas a inscribirse como
asociadas al sistema de arbitraje. Para seducirlas, les ofrece un
distintivo que pueden lucir en sus vidrieras y membretería
comercial, como símbolo de garantía hacia los consumidores.
Pero de las más de 900 mil empresas que operan en el país,
sólo hay 114 asociadas: Sancor, Banco Francés, Banco
de la Provincia de Buenos Aires, Citibank, Credicoop y 109 pymes.
Cash consultó al director de los Tribunales Arbitrales, José
Luis Liquidara, sobre el desempeño del organismo.
¿Por qué sólo resolvieron 2000 conflictos
en más de dos años?
Mientras los Tribunales dependieron de la Secretaría
de Comercio Interior tuvieron un perfil muy bajo. Con la creación
de la Secretaría de Defensa del Consumidor tomaron un nuevo
impulso. Falta una cultura del reclamo en el país. La gente
se queja pero no sigue los caminos para hacer valer sus derechos.
Por otra parte, las empresas no entienden que lo mejor que pueden
hacer es solucionar los problemas de los consumidores.
¿Para la secretaría es un fracaso haber conseguido
la inscripción de sólo 114 empresas, de las que apenas
5 son grandes?
Si se lo ve como el principio de un camino, algo se avanzó
y estamos trabajando para incluir más empresas importantes
al sistema. Si se compara con lo hecho en España, que fue
el modelo sobre el que se crearon los tribunales nacionales, parece
un fracaso. Los españoles tienen 53.400 compañías
asociadas y resuelven más de 20 mil reclamos anuales. Las
compañías nacionales piensan que, si están
inscriptas, van a tener más reclamos. Pero no es así.
Sancor está asociada y nunca tuvo una denuncia.
¿Por qué no se ocupan de los servicios públicos,
que son los que reciben más quejas?
Al igual que al resto de las empresas, la legislación
no las obliga a asistir pero tampoco se los prohíbe. Se sentirán
más cómodas canalizando los conflictos por intermedio
de los entes reguladores, pero no creo que los consumidores piensen
lo mismo. Hay casos increíbles, comoTelefónica, que
está inscripta en los tribunales españoles (es la
que más denuncias recibe) y no acepta el mismo sistema en
el país. Tienen una conducta para la Unión Europea
y otra para América latina.
La mayoría de las denuncias contra las telefónicas
son por sobrefacturación. Los consumidores reciben cuentas
con llamados que nunca hicieron, muchos de ellos al exterior. En
el caso de las compañías eléctricas, los reclamos
son, generalmente, por desperfectos en los electrodomésticos
ocasionados por picos de tensión. La mayoría de las
quejas contra las distribuidoras de gas se refiere a disminución
en el volumen o el poder calórico del fluido.
El 10 por ciento de las denuncias que reciben las asociaciones de
defensa del consumidor son contra emisores de tarjetas de crédito,
en su mayoría entidades bancarias. Los consumidores se quejan
de que reciben en sus domicilios tarjetas no solicitadas y que,
al efectuar el reclamo, los bancos argumentan que forman parte del
paquete que compraron al abrir una cuenta corriente o una caja de
ahorro. También son muchos los reclamos sobre intereses mal
calculados.
Las prepagas son las destinatarias de otro 10 por ciento de los
reclamos. Sus clientes se quejan de que fueron engañados
en el momento de la firma del contrato, porque no les aclararon
las limitaciones que tenían los planes ofrecidos. Se encuentran
con que tienen que hacerse cargo de determinados tratamientos especiales
o estudios para diagnóstico en los que se utiliza tecnología
de última generación. Muchas personas denuncian que,
al llegar a los 65 años, se les aumenta la cuota.
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