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ECONOMíA EN PAGINA/12 WEB
08 OCTUBRE 2000








 SUMA CERO
 PRODUCCION: CLAUDIO SCALETTA


Empresas

La Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, a través del Fondo Tecnológico Argentino (Fontar), llamó a la presentación de Proyectos de Innovación Tecnológica para la adjudicación de Subvenciones no Reintegrables (SNR) a micro, pequeñas y medianas empresas. Las SNR serán de dos tipos:
Hasta 100 mil pesos a las destinadas a los proyectos de desarrollo de tecnología a escala piloto y prototipo, e innovación de procesos y productos. Y las de hasta 300 mil pesos para innovación de procesos y productos, adecuación a cambios tecnológicos en procesos productivos y aplicación de conocimientos a una solución tecnológica.
Los proyectos podrán presentarse hasta el próximo 12 de octubre. Para mayor información comunicarse al Fontar al 0800-5550536 / 4311-5391.

El acertijo

Cuenta una antigua leyenda que en la Edad Media un hombre muy virtuoso fue injustamente acusado de haber asesinado a una mujer. Como el verdadero asesino era una persona muy influyente en el reino, desde el principio se buscó un chivo expiatorio. El inocente fue llevado a juicio con nulas chances de escapar del terrible veredicto: ¡la horca! El juez, también complotado, se cuidó sin embargo de guardar las apariencias. Por ello dijo al acusado: “Conociendo tu fama de hombre justo y devoto del Señor dejaremos en manos de El tu destino. Escribiremos en dos papeles separados las palabras ‘culpable’ e ‘inocente’. Tú escogerás y será la voluntad de Dios la que decida tu destino”. Por supuesto, el mal juez había preparado dos papeles con la misma leyenda: “culpable”, y la pobre víctima, aun sin conocer los detalles, se daba cuenta de que el sistema propuesto era una trampa. No había escapatoria. El juez conminó al hombre a tomar uno de los papeles doblados. Contra lo que podría esperarse el inocente logró salvarse de la acusación. ¿Cómo pudo lograrlo?

La frase

A Patricia Bullrich “voy a pasarle toda la información, los proyectos y hasta las utopías para que las use si le hace falta”. Así se despidió el viceministro de Trabajo, Jorge Sappia, del cargo, dejando libre ese puesto clave en esa cartera que quedó ahora bajó el comando de Bullrich. Sappia era el candidato a ministro cuando triunfó la Alianza, resignando el cargo a favor de Alberto Flamarique por la división de espacios de poder dentro de la coalición. Sappia no aguantó quedar otra vez en segundo plano y se decidió a transferir a la ministra, sin egoísmo, hasta sus propias “utopías”.

El chiste

Un hombre camina por una playa en el norte de Chile y tropieza con una vieja lámpara. La recoge, la frota, y como es habitual en estos casos sale un genio que le dice: “Bien, me liberaste de la lampara. Esta es la cuarta vez en el mes que salgo a tomar aire y me estoy cansando de tantos deseos, así es que no te concederé tres, sino solamente uno”.
El hombre se sienta, piensa un rato y le dice: “Siempre quise ir a la Isla de Pascua, pero le tengo miedo a los aviones. ¿Me podés construir un puente hasta allí para que pueda llegar manejando?”.
El genio se rió y dijo: “Eso es imposible, pensá en la logística para hacerlo... No. Tenés que pensar en otra cosa”.
El hombre trató de pensar en otro buen deseo. Finalmente dijo: “Me casé y divorcié cuatro veces, mis esposas siempre se quejaron de que a mí no me importaba nada, de que era un insensible, así que me gustaría entender a las mujeres, saber cómo sienten, que piensan cuando están en silencio, saber por qué lloran, saber realmente qué les pasa cuando dicen ‘nada’. En fin, saber cómo hacerlas felices”.
Entonces el genio dijo: “El puente... ¿lo querés de dos o cuatro carriles?”

 

Respuesta ACERTIJO: Cuando todo parece perdido es necesario recurrir a la imaginación. El hombre respiró profundamente y se quedó unos cuantos segundos con los ojos cerrados. Cuando la sala comenzaba a impacientarse abrió los ojos y con una extraña sonrisa tomó uno de los papeles y llevándolo a su boca lo engulló rápidamente. Sorprendidos e indignados, los presentes exclamaron “¿Cómo vamos a saber el veredicto?”.”Es muy sencillo”, respondió el hombre. “Es cuestión de leer el papel que queda y sabremos lo que decía el que me tragué:” Con rezongos y bronca mal disimulada debieron liberar al acusado y jamás volvieron a molestarlo.