Haced el amor y no la guerra

Recuerda las operaciones con conjuntos? En un gráfico, dos círculos parcialmente encimados. La unión de conjuntos, o superficie incluida en todo el perímetro, es mayor que la superficie de uno cualquiera. La intersección de conjuntos, o superficie común a ambos, es menor que la superficie de uno cualquiera. La posesión de dos carreras universitarias opera de ese modo: la intersección entre los graduados en economía y los graduados en matemática da un número mucho menor que el de los graduados en una sola de las disciplinas; en cuanto al dominio de sectores del conocimiento, si bien el área común a economía y matemática es menor, los graduados en ambas disciplinas dominan –en teoría– el conjunto unión de las mismas. En una sociedad altamente competitiva, como la estadounidense, las universidades compiten entre sí por las medallas de oro, plata o bronce en cuanto a la excelencia, y los propios docentes están sujetos a competencia entre ellos. Y parece casi natural que en las universidades de primera reluzcan quienes tienen dominio sobre dos o más esferas del conocimiento. Fueron inicialmente médicos y luego economistas: Petty (autor de Anatomía política de Irlanda), Quesnay (inventor del “Cuadro económico”), Juglar (creador del moderno enfoque del ciclo económico), Juan B. Justo (difusor del socialismo en la Argentina), Kondratieff (descubridor de las “ondas largas”). Matemáticos y luego o también economistas: Bernoulli (curva de utilidad de la riqueza), Cournot (matematización de categorías económicas), Fisher (codescubridor del equilibrio general), Marshall (codificador de distintas vertientes neoclásicas y creador del análisis gráfico de problemas económicos), Wicksell (fundador de la escuela sueca, Keynes (creador de la macroeconomía), Von Neumann (teoría de los juegos), Wald (solución del equilibrio general), Debreu (reformulación de la teoría del valor). Ingenieros y economistas: Cerviño (áreas de uso del suelo), Dupuit (excedente del consumidor), Launhardt (competencia espacial), Pareto (funciones de utilidad). Física: Tinbergen (análisis del ciclo). Astrónomos: Newcomb (ecuación del cambio). Estadística: Arrow (elección social, equilibrio general), Friedman (monetarismo). Como se ve, para la economía en relación con otras ciencias, también vale aquello de “haced el amor y no la guerra”.

El papá de BART

John Stuart Mill acuñó aquello de “la economía es algo demasiado importante para dejarla sólo a los economistas”. Y al menos ciertas áreas de la economía parecen ser mejor interpretables por enfoques interdisciplinarios. Tal es lo que se desprende de la entrega de Premios Nobel en Economía a James J. Heckman y a Daniel L. McFadden. El primero, de la Universidad de Chicago, obtuvo su primer título en Matemáticas. El segundo, de la Universidad de California (Berkeley) ganó su primer diploma en Física (1957). Para la Academia Sueca “cada uno desarrolló, en el campo de la microeconometría, teorías y métodos ampliamente utilizados en el análisis estadístico de la conducta individual y familiar, tanto en la economía como en otras ciencias sociales”. Heckman, en particular, por su desarrollo de la teoría y métodos de análisis de muestras selectivas, y McFadden por su desarrollo de la teoría y métodos para analizar elecciones discretas. Heckman es conocido por su libro “Análisis longitudinal de datos del mercado laboral” (1985) en colaboración con B. Singer. McFadden publicó Economía de la producción: enfoque dual (1978); Análisis estructural de datos discretos (1981); y Preferencias, incertidumbre y optimalidad (1990), editado con Chipman y Richter. Las varias aplicaciones de sus métodos incluyen el diseño del sistema BART de San Francisco, inversiones telefónicas y en viviendas para ancianos, así como lavaluación del impacto ecológico del derrame del petrolero Exxon Valdez en la costa de Alaska. El Premio Nobel confiere prestigio y ascendiente. Por ello merece comentarse una declaración de Heckman al conocer el premio: “Cuanto más disminuye la regulación laboral, más puestos de trabajo aparecen”. Esto, verdad o no, sirve para saber de dónde nos llegan esas teorías. Aquí padecemos de desempleo, y padecemos de corrupción por querer desregular a todo trance. Los sobornos en el Senado de la Nación, si existieron, no fueron pagados por trabajadores, sino por empresas, o en todo caso por funcionarios que a su vez responden a intereses empresariales. La historia enseña que sin regulación los empresarios se hacen esclavistas y los trabajadores se convierten en esclavos. También enseña que con econometría casi todo puede demostrarse como verdadero, por ejemplo que la primavera viene porque el brujo de la tribu se viste con hojas verdes.