¿Esto no es un default, Macaya?
Con sus anuncios del viernes 10, De la Rúa nos recordó
que el repudio de un compromiso de pago por parte del Estado no
es necesariamente un default, ya que depende de la identidad del
acreedor. Curiosamente, para aventar el peligro de no poder pagar
algún próximo vencimiento de la deuda pública
externa, el Gobierno resolvió repudiar una obligación
de largo aliento con los nuevos jubilados del régimen previsional
establecido en 1994. Cercenar unilateralmente la PBU equivale
a un default, aunque sin aparentes consecuencias económicas
adversas para el Estado. No las tiene porque las víctimas
de este repudio carecen, a diferencia de bancos y mercados, de
chances de represaliar al mal pagador. Extraño es, sin
embargo, que el FMI y el Banco Mundial alienten y hasta exijan
el repudio de esa promesa, elevándolo al rango de una condición
para prodigar el blindaje. La ruptura de un compromiso no puede
ser transfigurada en fuente de credibilidad. Quienes se acogieron
al régimen de la ley 24.241, tanto en la variante estatal
solidaria como en la capitalista individual, efectuaron el aporte
del 11 por ciento del sueldo a cambio de una contrapartida, diferida
en el tiempo, que incluía 200 pesos (y en algunos casos
algo más) como PBU. Ahora, considerando que esta Prestación
es un derecho en expectativa y no adquirido,
el Ejecutivo aliancista la tacha, sin por eso reducir en forma
proporcional el aporte asalariado ni devolver lo cobrado en exceso.
Perpetrado en nombre del equilibrio fiscal de largo plazo, este
abuso contrasta con el celoso apego a la previsibilidad jurídica
cuando del otro lado de la mesa están los grandes administradores
de fondos, los mercados, las empresas privatizadas de servicios
públicos y otros lobbies. En realidad, la debilidad política
de los trabajadores que aportan a la Seguridad Social, el hecho
de que no cuenten con representantes de peso y leales en los poderes
republicanos, los convierte en el blanco preferido de las exacciones,
mientras otros sectores más solventes quedan eximidos.