ECONOMIA
SALE A BUSCAR NUEVAMENTE DOLARES COLOCANDO LETES
Prueba de fuego en la city
Por
Javier Artig
Pasado
mañana es el día clave. Economía acudirá
nuevamente al mercado financiero local para colocar Letras y Bonos
del Tesoro. Pedirá en total 550 millones de dólares
al grupo de doce bancos que manejan ese negocio. Y la tasa de interés
que terminará pagando será el indicador más
contundente de la respuesta de los financistas al último
paquete lanzado por el Gobierno. Más importante aún,
el nivel de tasa será la muestra más fuerte acerca
de si José Luis Machinea pudo recobrar la confianza de la
city luego de que la economía quedara al borde de caer en
cesación de pago. Los financistas esperan que para el momento
de presentar las ofertas el ministro pueda mostrar el acuerdo fiscal
con los gobernadores peronistas y una definición sobre la
vía de aprobación de la reforma previsional. Obviamente,
la tasa que se pactará por esos papeles de deuda estará
íntimamente ligada al desenlace de esas negociaciones.
En todo caso, si aún no estuviera cerrado el pacto con las
provincias, una tasa de interés por las nubes, como la del
16 por ciento anual de la última colocación de Letes,
le servirá a Machinea como última herramienta de presión
para terminar de convencer a los gobernadores rebeldes. Evidentemente,
a un costo elevado para el Estado.
Del total a colocar, 250 millones corresponden a Letes a 91 días
de plazo, papel que se definió a una tasa del 12,6 por ciento
anual en la última emisión. Los 300 millones restantes
se obtendrán de la reapertura de la emisión del Bonte
2003, que cuenta con una tasa fija de 11,8 por ciento anual, a un
plazo de dos años y seis meses. Y que en la operación
pasada se colocó a un costo de 13,8 por ciento. Un indicio
de que Economía aprendió del error cometido en la
última licitación, en ésta próxima la
Secretaría de Finanzas decidió no abrir el Bonte 2005
con tasa fija de 12,12 por ciento, tal como lo venía haciendo
junto con los Bonte 2003. El motivo reside en que por esos bonos
las entidades financieras reclamaron y Economía aceptó
una exorbitante tasa del 16 por ciento anual, elevadísimo
costo que precipitó la histeria financiera de la semana pasada.
Esa emisión de Letes no significará nueva deuda pues
será una renovación de las licitadas el 22 de agosto
pasado, mientras que los nuevos Bonte que se distribuirán
en la plaza servirán para aumentar el colchón financiero
para el 2001, que al momento asciende a apenas 1600 millones de
dólares.
Precisamente, el adelgazamiento de esas reservas para atender el
pago de la deuda fue el disparador de la crisis, puesto que alertó
a los inversores sobre el peligro de que la Argentina no pueda honrar
sus compromisos. Los fantasmas de la debacle mexicana en 1995, de
la cesación de pagos que se contagió entre los tigrecitos
asiáticos en 1997, del incumplimiento de Corea en 1998 y
del derrumbe cambiario de Brasil en 1999 fueron convocados por los
financistas.
¿La Argentina será la otra ficha que caerá
de ese dominó?
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