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DESECONOMIAS |
por
Julio Nudler
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Premio a la plata negra
Cualquier residente sufre en Suiza, centro financiero por excelencia,
una retención del 35 por ciento en la fuente por cualquier
renta financiera desde un dividendo hasta los intereses
de un depósito en concepto de impuesto a las Ganancias.
En la Argentina, para reimplantar mínimamente ese tributo,
aplicándolo sólo a los plazos fijos colocados por
sociedades, se ha vuelto a la eliminación de ese gravamen
sobre los intereses pagados por empresas al tomar créditos.
Unánimemente se etiquetaba de distorsivo a
este impuesto porque castiga la movilización de recursos,
desalentando la transformación de saldos líquidos
en activos productivos. Sin embargo, esa tributación fue
establecida en 1998, no para enfriar una economía que presuntamente
recalentaba (!), como se dice ahora, ya que Roque Fernández,
entonces ministro, aplicaba el piloto automático: él
no pensaba en cómo hacer crecer más o crecer menos
la actividad. Ese impuesto procuró en verdad cerrar una
generalizada vía de evasión en Ganancias. Un sector
privado que mantiene fuera del país unos 100 mil millones
de dólares, o incluso más, sucumbía a la
enorme tentación de disfrazar de préstamo cualquier
autoinyección de capital. De esta manera, las utilidades
obtenidas con esa plata podían ser remesadas al exterior
sin pagar Ganancias por ellas, sino, por el contrario, deduciéndolas
de los beneficios como un costo financiero. Para colmo, ese autocrédito
se hacía con dólares negros, fruto de la evasión
fiscal, colocados en el exterior. El fisco premiaba así
a los grandes evasores con un régimen incluso más
perverso que un blanqueo. Ahora se ha repuesto aquella regla de
juego previa a Roque, sin explicar cómo se piensa impedir
que reabra una amplia ventana de evasión. Paralelamente,
la reimplantación del impuesto a los plazos fijos empresarios
es presentada como una medida fiscalmente compensatoria, cuando
en realidad la imposición de la renta financiera debería
ser un recurso permanente, como lo es en casi todo el mundo.
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