DIEZ AÑO$

Quiero suponer que no se olvidaron (artículo del Cash de la semana pasada, “Diez año$”, por Alfredo Zaiat) las ganancias extra de las telefónicas por la ejecución de trabajos con empresas vinculadas; la compra de materiales en Francia de cajas de terminales de interconexión en todas las calles de Buenos Aires hechas de fundición nodular e importadas de Francia, a costa del cierre de las fundiciones de hierro argentinas, a un precio naturalmente recargado; la gran sobrefacturación por incremento ficticio del tiempo de uso de la conexión telefónica, en cantidad y tiempo de telefonía de red básica y de red celular; en forma violatoria de elementales normas de medición, etc. Pero sobre todo la medida inicial en pulsos de 2 minutos en lugar de 3 minutos como es norma aceptada en el orden mundial. Se usan 3 minutos porque es el promedio de comunicaciones normales telefónicas. Según algunas organizaciones de defensores de los consumidores, el tiempo de duración promedio es de 2,46 minutos. Al tomar como base pulsos de 2 minutos la mayoría de las comunicaciones sobrepasan el tiempo base y pagan 2 pulsos o sea 4 minutos. Debía haber alguna connivencia con la Secretaría de Comunicaciones porque el tiempo denunciado a la UTI (Manual UTI, ed. 2000, biblioteca Técnica del CNC) es de un primer pulso de 3 minutos. Naturalmente en los países decentes los minutos siguientes se cuentan de a 1 (uno) minuto, incluso en las islas Fidji.

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