Insolventes intertemporales
Si
hay algo de lo que Domingo Cavallo jamás entendió
es de impuestos, ignorancia que él mismo admitió
más de una vez e incluso lo condujo, a partir de 1991,
a confiarle el vital asunto a extramediterráneos como Miguel
Tacchi y Ricardo Cossio. Será precisamente por eso que
se lo viene mencionando como eventual asesor del Gobierno en cuestiones
tributarias, en obvio desmedro a la dignidad del ideológicamente
sospechado Juan Carlos Gómez Sabaini, que por ahora ocupa
la subsecretaría correspondiente.
Ese despropósito encaja, sin embargo, en un nuevo concepto
que puede hallarse últimamente en las declaraciones de
los economistas comme il faut y en los informes de las consultoras
posta: la solvencia intertemporal, se entiende que
del Estado, y se sobreentiende que para pagar la deuda externa.
Con esa expresión puede explicarse desde la supresión
de la Prestación Básica Universal, hasta el aumento
del boleto de tren para eliminar el subsidio a los ferrocarriles
suburbanos.
¿Un insolvente puede garantizar la solvencia? Si Cavallo,
así como gran parte de los economistas de mayor celebridad,
son insolventes en materia impositiva, ¿pueden asegurar
la solvencia fiscal, sea presente o intertemporal? Un ejemplo
de lo que son capaces de perpetrar es haber aumentado el IVA al
21 por ciento, con lo que el régimen tributario se tornó
extremadamente procíclico, dada la gran debilidad de otras
imposiciones, como la patrimonial.
Ahora, y como se expresa acertadamente en un reciente informe,
el blindaje es el gran instrumento con que cuenta la política
económica argentina, con lo que la financiación
de la falta de recursos toma el lugar que debería ocupar
una estrategia de generación de recursos, que exigiría
una amplia revisión de todo el funcionamiento de la economía.
El blindaje sólo requiere que el Gobierno se dé
una base política que asegure la aplicación de los
preceptos acordados con Teresa, para lo cual es importante Cavallo,
sepa o no de impuestos.