Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Las 12

ECONOMíA EN PAGINA/12 WEB
24 DICIEMBRE 2000








 

 

“Chacho Alvarez
tiene que trabajar”

Por Roberto Navarro

La ministra de Trabajo está en el centro de las polémicas: el índice de desempleo de octubre aumentó respecto de hace un año; la CGT de los “gordos” amenaza al Gobierno y los dos temas que restan para cumplir con el FMI, la desregulación de las obras sociales y la reforma previsional, están en su área de competencia. Patricia Bullrich reveló a Cash un componente de la estrategia del Gobierno para generar empleo: “Vamos a seguir bajando los aportes patronales”. A los sindicalistas les contestó que la política de golpear y luego buscar negociaciones secretas no les servirá: “Esa conmigo no va”. En su rol de defensora entusiasta de las principales políticas de la Alianza, definió a la reforma previsional como “progresista” y a la desregulación de obras sociales como “solidaria”. Aunque prefiere no hablar de cambios en el gabinete, rechazó la posibilidad del ingreso de Domingo Cavallo y defendió a José Luis Machinea. Para el ex vicepresidente Carlos “Chacho” Alvarez dejó un consejo especial: “Tiene que trabajar”.
Si cuando se vaya del Gobierno la desocupación sigue en niveles del 15 por ciento, ¿usted reconocerá su responsabilidad o dirá que fue culpa de los economistas?
–Me voy a sentir totalmente responsable. Yo podría tomar una posición tradicional y dedicarme a mediar en las relaciones laborales existentes. Pero no es mi caso. Me voy a involucrar en todas las políticas que signifiquen crecimiento. Esa es mi responsabilidad. Voy a trabajar en las políticas micro. Por eso quiero avanzar en la negociación colectiva. Voy a apoyar a las empresas para que vayan a crear mano de obra.
¿De qué manera?
–Mi objetivo es que la tasa de crecimiento arrastre a la de ocupación. Por cada punto de suba del Producto, quiero un 0,8 por ciento de aumento del empleo y no un 0,2 por ciento como en el pasado. Voy a trabajar para que las pymes tengan facilidades de contratación. Van a tener subsidios para salarios durante seis meses para tomar nuevos trabajadores y durante doce meses si se trata de jefas de hogar o de desocupados mayores de 45 años. Otra idea es ir a los procedimientos de crisis con la Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa. Porque no es cuestión de dar planes Trabajar sino de salvar a las pymes que están en problemas. Se les puede conseguir un crédito o ver de qué manera se las apoya para que no cierren.
¿Cómo van a luchar contra el trabajo informal?
–Vamos avanzar en la registración, porque reduciendo el trabajo en negro podremos bajar las cargas sociales. Tenemos que hacer un buen análisis para saber cuántos nuevos empleos conseguimos si bajamos las cargas patronales.
Por la experiencia reciente, muy pocos.
–Hasta ahora no nos fue muy bien. Es cierto. Cuando bajaron las contribuciones no se registró más trabajo y se perdieron aportes. El tema es cómo logramos un sistema que relacione la reducción de las cargas con un mayor registro de empleados en blanco. Estamos analizando un mecanismo tipo dos por uno, en el que por cada nueva registración el empleador tenga rebajas en otro trabajador. Tiene que ser el primer paso hacia una reducción muy fuerte de las cargas sociales. Y esto es una parte. El año que viene, todos los ministros vamos a trabajar en generar buenos puestos de trabajo.
¿Se viene el relanzamiento del Gobierno?
–Esto que empezó con el blindaje es un relanzamiento. De ahora en más, el Gobierno tiene que tener mucha, pero mucha más rapidez en la acción, para que las cosas no se dilaten como hasta ahora. Tenemos que concentrarnos en apuntalar el crecimiento y la creación de puestos de trabajo. Dejar a un lado los grandes anuncios y trabajar en cosas concretas. Así, la gente sentirá el shock de confianza que hace falta en los próximos meses.
Si siguen los rumores de cambios en el gabinete, será difícil generar confianza.
–Tenemos que dejar de hablar de cambios en el equipo de colaboradores del Presidente. El gabinete es el actual: el Presidente lo ratificó. Hay que dedicarse a trabajar y ocuparse de temas que deberían ser la agenda principal, y pasaron a segundo o tercer plano. Hay que encontrar un equilibrio entre la política y la ejecución.
Pero los comentarios sobre el ingreso de Cavallo siguen vigentes. ¿Usted qué opina?
–No creo que sea bueno que ocupe un puesto ejecutivo en este Gobierno. Prefiero que siga apoyando desde afuera.
¿Qué piensa de la actitud de Chacho Alvarez?
–Lo que tiene que hacer Alvarez es llevar a la práctica sus propuestas. Tiene que trabajar. El Frepaso está gobernando en todos lados. El único que no está es él. Tiene que bajar a la realidad lo que escribió.
¿No está desgastado Machinea para generar confianza en la población?
–Creo que levantó mucho al conseguir el blindaje y tiene que tener su oportunidad. La gente va a terminar valorando su trabajo porque la beneficia.
¿En qué beneficia a la gente la reforma previsional?
–Aunque no hay encuestas, estoy segura de que están de acuerdo. La gente no quiere arriesgarse más a la jubilación estatal. Y creo que estarán más seguros con los privados.
La reforma que propuso el Ejecutivo permitirá a las AFJP invertir hasta un 85 por ciento de los fondos en títulos nacionales y provinciales. El riesgo estatal sigue y las AFJP se quedan con altísimas comisiones.
–Las AFJP tienen un menú de opciones de inversión y pienso que van a buscar la más segura para los trabajadores. No creo que pongan en riesgo los fondos, buscarán un equilibrio.
Hasta ahora invierten el máximo que se les permite en títulos públicos.
–Lo voy a estudiar, lo voy a mirar bien. No me lo había planteado en esos términos. Pero no creo que las AFJP vayan a llegar a esos límites.


LA RELACION CON LOS SINDICALISTAS Y LAS OBRAS SOCIALES

“No quieren perder la caja”

¿Por qué se sienta a negociar con los sindicalistas, luego de que la insultan o la amenazan?
–Hay que establecer una metodología distinta que la utilizada en el pasado. Si quieren buscar acuerdos, tienen que hacerlo a la luz del día y de la gente. No agredir y después buscar reuniones secretas para negociar. Eso conmigo no va. Tienen que decir públicamente lo que quieren. En el decreto de desregulación de obras sociales se explicitaba que se iban a escuchar las opiniones de las partes. Los invitamos y no vinieron. Mandaron algunos emisarios. Pero su estrategia era otra: la de la protesta y la presión con la gente en la calle.
¿Qué piden?
–Ellos quieren patearla para adelante. No quieren perder la caja que les da dinero y poder. Cuando vieron que era impostergable, comenzaron a pedir que el trabajador se quede obligatoriamente un año en la obra social de origen. Como una manera de retener lo más posible a los afiliados. Pero no lo aceptamos, porque la gente tiene derecho a elegir. No tiene sentido que se queden un año presos de una obra social que no los satisface.
¿Esta dirigencia sindical es útil a los trabajadores?
–En algunos momentos fueron útiles y en otros defendieron sus intereses.
¿Cuándo defendieron a los trabajadores?
–Está el caso de José Rodríguez, que negoció con las automotrices buenos convenios. Otros, en cambio, prefirieron dedicarse a hacer arreglos discrecionales con oficinas del Ministerio de Trabajo, que estamos cortando. Hay de todo.
¿Qué opina de Rodolfo Daer (titular de la CGT de los “gordos”)?
–Tiene un estilo por fuera de lo democrático. El dice que quiere que en la Argentina se establezca un Pacto de la Moncloa. Y la mayoría de esos puntos ya fueron acordados en los últimos años. Habla en abstracto porque nunca se tomó en serio su trabajo. Cuando se lo invita a negociar, no está. No creo que los trabajadores se sientan representados por Daer. En el caso de las obras sociales, quedó muy lejos de la opinión de la gente. El problema de la representación de los sindicalistas argentinos es la mezcla de roles entre delegados de los trabajadores y empresarios de la salud, el turismo y otros rubros que manejan.
Usted le dijo a Moyano en el programa “Hora clave” que los sindicalistas se llenaron los bolsillos a costa de los trabajadores.
–Cuando a uno le salen esas cosas es porque las siente, porque le salen del alma. Lo que yo dije está en el inconsciente de la gente. Los principales sindicalistas argentinos ocupan la mayor parte del tiempo en acciones corporativas para cuidar sus intereses y no el de los trabajadores. Yo no puedo probar cómo ganaron lo que tiene cada uno en particular, pero es lo que siento. Cada cual tiene que ver si le cabe el sayo. También de los políticos dicen que somos todos malos y yo no me doy por aludida.

DETALLES DE LA DESREGULACION

“Es una reforma solidaria”

¿Por qué aceptaron que las prepagas pongan un cupo de 20 por ciento anual de aumento de sus afiliados? Así van a discriminar. Comenzarán un proceso de selectividad en el cual los de bajos salarios serán rechazados por el cupo, y a otros los aceptarán porque les conviene.
–Vamos controlar para que eso no ocurra. Hasta ahora el Estado estaba ausente. De aquí en adelante será distinto. Por eso decimos que no se trata de una desregulación sino de una competencia regulada. El primer paso fue la ley de regulación de medicina prepaga. Y no termina aquí. Vamos hacia un sistema de salud integral, del que también formará parte el PAMI y el resto de los privados. La salud es una sola y el Estado no puede desentenderse.
Analistas independientes dicen que el Gobierno, para que no fracase la desregulación, aceptó que el fondo de redistribución se haga cargo de los trasplantes, los discapacitados, los tratamientos de HIV, los remedios oncológicos y otras patologías. Y luego no sabrá cómo financiarlo.
–Todas las decisiones se tomaron buscando el equilibrio del sistema. Si se aceptó, supongo que es porque se puede pagar. Todas esas patologías son de alto costo, pero de baja incidencia. No creo que la reforma tenga riesgo de fracasar. Las prepagas negocian para mejorar el negocio, pero seguramente no se van a quedar afuera.
¿Por qué salir del sistema solidario e ir hacia un régimen que generará diferencias, como ya se ve en el hecho de que se puedan pagar aparte atenciones con distinto grado de confort?
–A mí me parece que es una reforma solidaria, por la cobertura que le da a los salarios más bajos. Hasta ahora, el fondo daba 40 pesos a los que ganaban menos. En adelante, una familia de cuatro personas, cuyo titular cobra 300 pesos, va a recibir 80 pesos de subsidio, que saldrán de los bolsillos de los que más ganan.


EL PRIMER AÑO DEL GOBIERNO DE LA ALIANZA

“Somos progresistas”

¿Sigue pensando que son un Gobierno progresista?
–Es un Gobierno que ha tenido muchas políticas progresistas y ha tenido decisiones que son realistas, que evitan una catástrofe mayor. No se puede tomar cada decisión pensando si es progresista en particular. Pero a veces los que critican no hacen una buena evaluación de las medidas, como en el caso de la reforma previsional, que es una decisión sana desde todo punto de vista, que terminará beneficiando a la gente.
¿En qué beneficia a la gente la eliminación o la rebaja de la Prestación Básica Universal? Van a cobrar menos.
–Habrá un sistema solvente a largo plazo. Además, se adecuó de manera progresista, porque no se les va a descontar a todos igual. Este sistema iba a terminar en la bancarrota. Esta es una medida responsable.
Usted plantea como una medida responsable eliminar la PBU a los jubilados para evitar la bancarrota del régimen y a la vez dice que quiere seguir bajando los aportes patronales. ¿Todo eso es progresista?
–Es una medida lógica, porque en todo el mundo se avanza en ese sentido. Además, nosotros tenemos que pensar que la Argentina, por la Convertibilidad, tiene que hacer un esfuerzo mayor que otros países que pueden devaluar para ser competitivos. Y aún tenemos altísimas contribuciones. El año que viene vamos a estudiar un nuevo sistema tributario en el que se buscará mayor progresividad.