Pablo Gerchunoff se la jugó
De
todas las novedades económicas conocidas durante la semana,
la que de verdad causó impacto fue que el jefe de asesores
de José Luis Machinea, después de pensársela
mucho y tras largas consultas con su mujer, compró un automóvil,
lo cual muestra un vuelco en su índice de confianza. El
miércoles, en el mismo canal de cable en el que Carlos
Chacho Alvarez había revelado antes que no
será candidato a senador (como abundó tanto en sus
explicaciones, terminó sin saberse exactamente por qué),
Pablo Gerchunoff lanzaba su propia primicia, tanto o más
significativa. El economista de la Di Tella confió a cámara,
satisfecho y convencido de su decisión, que en realidad
se trató de la renovación de su vehículo.
Sin embargo, no pudo establecerse si el coche adquirido por él
es un 0 km, aunque según versiones circulantes, había
querido comprarle su usado al ministro de Defensa, Ricardo López
Murphy, pero desconfió del verdadero estado mecánico
del sedán. También por sospechas, en este caso del
canciller Adalberto Rodríguez Giavarini, advertido por
el subsecretario de Presupuesto, Nicolás Gadano, Gerchunoff
no pudo colocarle su viejo auto, que terminó siendo tomado
por el subsecretario de Política Tributaria, Juan Carlos
Gómez Sabaini, con el propósito de obsequiárselo
a su mujer, Marta Minujin, quien lo utilizará para una
instalación. Como quiera que sea, Gerchunoff se consideró
representativo del consumidor medio argentino, aquel que aún
conserva una pequeña capacidad de ahorro. Por tanto, tras
mucho cavilar y venciendo resistencias íntimas, al impulso
de un optimismo irrefrenable, fundado en las infalibles proyecciones
del equipo económico que integra, Gerchunoff le apostó
al país. También jugó un papel la nueva perspectiva
de permanencia en los cargos a partir de la obtención del
blindaje financiero. Y si él lo hizo, teniendo la ventaja
estratégica de otear el horizonte desde su atalaya del
Palacio de Hacienda como vigía económico que es,
los argentinos de a pie pueden seguir confiados su ejemplo y volver
a gastar desde hoy mismo.