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ECONOMíA EN PAGINA/12 WEB
21 ENERO 2001








KIOSCO12

 DESECONOMIAS
 por Julio Nudler


Pablo Gerchunoff se la jugó

De todas las novedades económicas conocidas durante la semana, la que de verdad causó impacto fue que el jefe de asesores de José Luis Machinea, después de pensársela mucho y tras largas consultas con su mujer, compró un automóvil, lo cual muestra un vuelco en su índice de confianza. El miércoles, en el mismo canal de cable en el que Carlos “Chacho” Alvarez había revelado antes que no será candidato a senador (como abundó tanto en sus explicaciones, terminó sin saberse exactamente por qué), Pablo Gerchunoff lanzaba su propia primicia, tanto o más significativa. El economista de la Di Tella confió a cámara, satisfecho y convencido de su decisión, que en realidad se trató de la renovación de su vehículo. Sin embargo, no pudo establecerse si el coche adquirido por él es un 0 km, aunque según versiones circulantes, había querido comprarle su usado al ministro de Defensa, Ricardo López Murphy, pero desconfió del verdadero estado mecánico del sedán. También por sospechas, en este caso del canciller Adalberto Rodríguez Giavarini, advertido por el subsecretario de Presupuesto, Nicolás Gadano, Gerchunoff no pudo colocarle su viejo auto, que terminó siendo tomado por el subsecretario de Política Tributaria, Juan Carlos Gómez Sabaini, con el propósito de obsequiárselo a su mujer, Marta Minujin, quien lo utilizará para una instalación. Como quiera que sea, Gerchunoff se consideró representativo del consumidor medio argentino, aquel que aún conserva una pequeña capacidad de ahorro. Por tanto, tras mucho cavilar y venciendo resistencias íntimas, al impulso de un optimismo irrefrenable, fundado en las infalibles proyecciones del equipo económico que integra, Gerchunoff le apostó al país. También jugó un papel la nueva perspectiva de permanencia en los cargos a partir de la obtención del blindaje financiero. Y si él lo hizo, teniendo la ventaja estratégica de otear el horizonte desde su atalaya del Palacio de Hacienda como vigía económico que es, los argentinos de a pie pueden seguir confiados su ejemplo y volver a gastar desde hoy mismo.