Buscado

Rodolfo Barra. Supo ser protagonista en diferentes roles: viceministro de Obras y Servicios Públicos, juez de la Suprema Corte, ministro de Justicia, presidente del Orsna y hasta abogado en causas judiciales con el Estado, a veces defendiéndolo y otras litigando contra él. La caída del menemismo no lo dejó desamparado, ni abultando la cifra de desocupados, sino como presidente de la Auditoría General de la Nación. Desapareció de los medios, pero tal vez se encuentre encerrado en su despacho estudiando minuciosamente los dictámenes sobre irregularidades cometidas por el anterior gobierno, que no le faltan. Las compras poco transparentes de la Secretaría de Medio Ambiente, incluidas las del Instituto Nacional del Agua (“María Julia lo hizo”), la desafortunada colocación de fondos de Casa de la Moneda en el Banco de La Rioja horas antes de su quiebra y las inversiones nunca justificadas en la tampoco nunca inaugurada Universidad de La Rioja esperan que les dé luz verde para que el Colegio de Auditores (en el que el menemismo tiene mayoría) se dedique a tratarlos. Quizás, entonces, Barra vuelva a las primeras planas como otrora.

Dialoguito

Enrique Szewach: –¿Eran importantes estos rubros en la importación de la Argentina? (En referencia a los productos prohibidos para su ingreso a la Argentina por el mal de la “vaca loca”.)
Antonio Berhongaray: –Yo diría que no demasiado porque digamos que vender carne en la Argentina es como vender naranjas en Paraguay. (En Radio América, en el programa “Aire Acondicionado”, el miércoles pasado.)
Y vender naranjas en Paraguay debe ser como querer vender cubitos (y no de caldo) en la Antártida, aunque el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca no lo mencione. Lo que tampoco consideró el secretario es la posibilidad de que en el Paraguay o en la Antártida puedan implementarse condiciones de apertura tales que resulte más barato importar que producir, aun aquello en lo que los recursos naturales son hiperabundantes. Y tiene un ejemplo cercano para analizar; si no, cómo explica que en la Argentina las góndolas de los hipermercados se pueblen de embutidos, fiambres, quesos y carnes enlatados de lejanos orígenes.

La frase

“Fuimos los políticos los que construimos las posibilidades para que la argentina fuera creíble y se le otorgara el blindaje” (de Graciela Fernández Meijide a Marcelo Bonelli, en un reportaje en Radio Mitre, el miércoles pasado). Alguien le tiene que advertir a la ministra de Desarrollo Social que no es para sentirse orgullosa haber conseguido el salvataje financiero del FMI, puesto que fue la Alianza que construyó las posibilidades para, precisamente, no ser creíble ante los inversores y haberse acercado al abismo de la cesación de pagos, que el blindaje evitó.

la Posta

Las lecturas estivales de Miguel Bein parecen elegidas cuidadosamente por el secretario de Programación para alimentar su espíritu y descansar de las tediosas ocupaciones del resto del año. Su elección para este verano es “Principios de Finanzas Corporativas”, de Brealey y Maiers, mientras repasa capítulos de “Valuación sobre la base de opciones reales”. También recorre las páginas de Valuation, de Copeland, sobre la valuación de empresas, y se fascina con los disquetes que trae, con modelos de flujos de fondos para ejercicios. Bein le confesó a la sección Libros de Ambito Financiero esta afición literaria suya, aunque aclarando que también acometerá algunas obras de ficción (¿las financieras no lo son?) cuando pueda tomarse una semana de vacaciones.

Revista

Enoikos
Revista de la Facultad de Ciencias Económicas
Número 17
Esta edición se ha estructurado alrededor de “La regulación de los servicios públicos. El arte de las apariencias”, abordado a través de tres ejes relacionados: 1) Cuestiones principales y tareas pendientes; 2) Derechos de consumidores y usuarios. La defensa de la competencia; y 3) Algunas visiones sobre áreas privatizadas. Para abarcar esas polémicas áreas fueron convocados Oscar Oslak, Daniel Azpiazu, Eduardo Basualdo, Diego Petrecolla, Eduardo Epszteyn, Juan Legisa, entre otros especialistas destacados.

Empresas

LG Electronics Argentina suscribió un contrato de sponsorización con la Federación Argentina de Vóleibol por un monto anual de 330.000 pesos. LG, a través de ese acuerdo, estará presente en la vestimenta de los seleccionados mayores masculino y femenino.