|
E-CASH
|
DE
LECTORES
|
LA
BOLSA
De chicos, cuando nuestros mayores pretendían imponernos
temor o hacernos cumplir algo contra nuestra voluntad, nos amenazaban
con: si no llamo al hombre de la bolsa.... Nadie lo
conocía, nunca jamás se dejaba ver, cada uno lo
imaginaba a su manera: alto, bajo, con barba, sin ella, gordo,
flaco, pero todos con una característica común,
vestía un gran sobretodo negro que ocultaba su verdadero
cuerpo y tenía una gran bolsa donde te metía y no
salías más. Extraña coincidencia ¿no?
¿No le suena conocido? Hoy desde el poder, propios y ajenos
nos amenazan con el hombre de la bolsa... de valores,
o sea el famoso mercado. A diferencia de nuestra infancia, la
amenaza no es a que viene, sino a que se va, llevándose
en su bolsa las inversiones, su confianza en
el país, sus denodados esfuerzos por hacernos
crecer, en una palabra nuestro futuro. La realidad
indica que lo único que hemos visto salir en esas bolsas,
ha sido nuestro patrimonio nacional, nuestras riquezas, nuestro
trabajo, nuestras esperanzas y nuestra dignidad o sea, coincidentemente,
nuestro futuro, pero no el que supuestamente nos prodigaría,
sino el que éramos capaces de forjarnos como nación
libre e independiente. Tradicionalmente, la capacidad de crecimiento
de un país se medía por sus riquezas, por su potencial
humano y tecnológico, por su educación. En la actualidad,
el índice es el riesgo país y la pregunta
surge inmediatamente: ¿riesgo para quién? ¿Riesgo
para qué? La respuesta es simple; para el hombre de la
bolsa. Extraña concepción del liberalismo tiene
este cuco moderno, al que si no le aseguran que su plata va a
rendir más de lo que espera, se va con sus petates a otra
parte. ¿Dónde quedó la teoría liberal
de la competencia y el libre mercado?
Alfredo Martínez DAuro
Concejal Frepaso - Chascomús
|
Para
opinar, enviar por carta a Belgrano 671, Capital,
por fax al 4334-2330 o por e-mail a [email protected],
no más de 25 líneas (1750 caracteres) para su publicación.
|