Facturacion
¿Acaso no es confusa la facturación de las compañías telefónicas? ¿Por qué la fecha de todos los abonos cambian todos los meses? ¿Por qué ni siquiera se respeta un número fijo, por ejemplo, siempre 30 días? ¿Por qué un mes uno paga un abono de 29 días, otro mes de 31, otro de 34, otro de 26? Es cierto que el calendario gregoriano es producto de un antiguo autoritarismo no natural. ¿Pero acaso este “sistema” de facturación no es una obvia estafa por medio de la confusión? ¿No es sabido acaso que el argentino es vago y que prefiere pagar 1 o 2 pesos de más todos los meses, antes de hacer complicadas cuentas, distintas éstas todos los meses? Los reclamos son lentos y no se oyen. Como no nos damos cuenta que con este tipo de facturación, o nos están robando cientos de millones al año, o con toda seguridad nos están robando cientos de millones de minutos nuestros que gastamos en comprobar que no nos están cobrando de más. No nos olvidemos el famoso refrán capitalista “el tiempo es dinero”. Por eso preferimos no hacer reclamos y que nos cobren de más. ¿Figurará la facturación confusa en el contrato de privatización como un punto a favor de las telefónicas? Habrá que preguntarle a María Julia. ¿El Estado no tiene poder para obligar a las telefónicas a simplificar su facturación? ¿O tiene intereses en ello? ¿Por qué el valor del minuto tiene tantos decimales? ¿Por qué todos los servicios tienen tantos decimales? Y silos tiene, ¿por qué figuran sólo 2 decimales en la facturación? Los intereses particulares en desmedro de los intereses populares.

Ramiro Jordan
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