Segundas partes nunca fueron buenas
Casi dos
meses atrás, los economistas de la Fundación Mediterránea
se planteaban, tras la reasunción de Domingo Cavallo, cuáles
serían las claves del crecimiento económico que,
imprescindiblemente, debía sobrevenir en el segundo semestre.
Recordaban entonces que en la mitad final de 1991, tras la primera
asunción de su líder, la expansión llegó
de la mano de la eliminación (en realidad, fuerte disminución)
del impuesto inflacionario. En 1996/97, a su vez, se logró
por un raudo crecimiento de los depósitos bancarios, favorables
precios de las commodities y un real brasileño sobrevaluado.
Como casi nada de esto parecía previsible para la etapa
complementaria de 2001, cifraban sus esperanzas en algunos sucedáneos.
Estos serían, respecto de 1991, la moratoria al revés:
es decir, la cancelación de las deudas de la AFIP con las
empresas por créditos fiscales, y una focalización
del gasto social. En relación con 1996/97, servirían
de sustitutos una fuerte baja del riesgo país (que debía
caer por debajo del colombiano, que estaba en 630 puntos básicos),
la baja de costos e impuestos para los transables y una esperada
contribución de las provincias, eliminando impuestos distorsivos.
Ahora, cuando falta poco más de un mes para que se inicie
el segundo semestre, algunos de esos sucedáneos tienen
escasa o nula chance. La moratoria al revés,
que iba a solventarse con los fondos de un blanqueo, está
virtualmente descartada. La reorientación del gasto social
quedó enredada en las luchas políticas, aunque finalmente
se hizo cargo del área Juan Pablo Cafiero. El riesgo país
subió en lugar de bajar, en relación con marzo,
y habrá que ver cuánto podrá hacerlo retroceder
el megacanje, aunque nadie sueña hoy con verlo en 600 puntos.
Los impuestos provinciales distorsivos siguen donde estaban, aunque
se avanzó con los paquetes sectoriales de estímulo
tributario, si bien sobre el telón de fondo de una severa
caída de la recaudación en marzo/abril que indujo
ya un doloroso y al parecer insuficiente ajuste para
el resto del año.