Por
Roberto Navarro
El
vendedor del concesionario de autos se pasó la tarde haciendo
crucigramas en su escritorio. En todo el día atendió
dos consultas telefónicas y una visita al salón. Resultado:
ni una venta. Al empleado de la inmobiliaria que hizo guardia el
domingo último en un departamento a estrenar le fue peor:
ni un solo cliente visitó la propiedad. El escenario descripto
no es exclusivo de las empresas automotrices y de la construcción.
Se repite, en mayor o menor medida, en casi todo el comercio. Cash
realizó un relevamiento entre los sectores más importantes
de consumo masivo y encontró una respuesta común:
no se vende nada. El país está parado.
Pese a los intentos de Cavallo de insuflar confianza en la población,
las ventas siguen planchadas. En mayo se despacharon sólo
14 mil vehículos, un 55 por ciento menos que en el mismo
mes del 2000. El consumo de combustibles cayó un 10 por ciento
en los primeros cinco meses del año. La venta de propiedades
volvió a caer un 13 por ciento el mes pasado, comparada con
los ya deprimidos niveles del año anterior. Y, peor aún,
el consumo de alimentos básicos, como leche, arroz, aceites
y harinas cayó un 7,5 por ciento en el último bimestre.
Los datos son contundentes: la depresión económica
se sigue profundizando. La causa de la caída es simple: la
población consume menos porque su ingreso ha disminuido.
En los últimos años distintas medidas económicas
fueron podando el poder adquisitivo de los consumidores. El aumento
del impuesto al gasoil, el incremento de la alícuota del
Impuesto a las Ganancias, la suba del mínimo no imponible
de ganancias, el IVA a bienes y servicios que estaban exentos y
otras medidas similares minaron los ingresos de la gente. También
el impuesto a las transacciones financieras aplicado por el mismo
Cavallo disminuyó el dinero disponible de la población.
Por otra parte, la prolongada recesión contrajo el salario
de bolsillo de los trabajadores y la rentabilidad de los empresarios.
Todo un cóctel que explica la estrepitosa caída del
consumo interno. Ahora, el ministro anunció que su equipo
está estudiando la manera de mejorar el ingreso disponible
de la población.
Según el Indec, el Estimador Mensual Industrial (EMI) de
abril muestra una baja en la producción del 1,7 por ciento
con respecto al 2000. Pero esa estadística está fuertemente
condicionada por el aumento del 51 por ciento en agroquímicos,
una producción que se elabora casi en su totalidad en Bahía
Blanca y se destina, en su mayor parte, a la exportación.
Si este ítem, que poco tiene que ver con el consumo básico
de la población, se hubiese mantenido en niveles del año
pasado, la caída del EMI hubiera superado el 6 por ciento.
El indicador incluye derrapes como la producción de neumáticos,
que se contrajo un 23,7 por ciento, hilados de algodón, que
cayó un 24,7 por ciento, aceites, que se redujo un 18 por
ciento y lácteos, que bajó un 8,6 por ciento.
Luego de casi tres años de recesión muchos economistas
piensan que para volver a arrancar no alcanza con trabajar sobre
la oferta planes competitivos sectores, como impulsa Cavallo,
sino en aumentando el ingreso disponible de la gente actuando sobre
la demanda, generando confianza para que, los que pueden, comiencen
a consumir. Para lograrlo el ministro tendrá que remontar
una empinada cuesta. Según el índice de confianza
que mide la Fundación Mercado entre cuatro mil familias de
las principales ciudades del país, en mayo la expectativa
de mejora de la población sobre la situación económica
se derrumbó en un 30 por ciento, situándose en uno
de sus mínimos históricos.
En Economía dicen que en los próximos meses Cavallo
dejará de viajar por el mundo para dedicarse de lleno a reactivar
la economía, principalmente el consumo interno. El equipo
mediterráneo asegura que con el plan de competitividad para
los sectores más castigados y un aumento del ingreso real
de la población pronto se verán los resultados. A
continuación un muestreo de la situación desde donde
parte el ministro:
55%
fue la caída de ventas de automóviles
en mayo con respecto al mismo mes del 2000. Fue el peor mes de los
últimos diez años. Sólo se vendieron 14 mil
unidades. La industria automotriz cuenta con capacidad para fabricar
700 mil autos anuales y este año apenas superarán
las 200 mil. El anuncio del plan del gobierno para disminuir los
precios de los vehículos nuevos trajo confusión al
mercado. Cavallo habló de rebajas del 20 por ciento y las
empresas hasta ahora sólo recortaron sus precios en un 5
por ciento. La gente no compra porque está esperando nuevas
rebajas, pero también porque en una economía que viene
de sufrir casi tres años de recesión, lo último
que se reactiva son los bienes durables. El automóvil es,
luego de la casa, la inversión más importante para
una familia. Por eso requiere de una fuerte confianza en el futuro
para tomar la decisión de compra.
5,9%
cayó la construcción
en los primeros cuatro meses del año con respecto al mismo
período del 2000. Según la cámara del sector,
mayo fue peor. La encuesta cualitativa del Indec muestra que el
45 por ciento de las empresas piensa que en los próximos
meses la situación del sector tenderá a desmejorar
y el 44 por ciento espera que se mantenga en los mismos niveles.
Sólo un 11 por ciento se mostró optimista.
7,5%
fue la disminución en el consumo de alimentos
básicos en el bimestre marzo-abril, con respecto
al mismo período del 2000, según una encuesta de la
consultora Nielsen. Esta canasta se compone de aceite comestible,
arroz, caldos, galletitas, harina, leche, manteca, pastas, polenta
y sal. Las ventas cayeron principalmente en las cadenas de supermercados
que, sólo en abril, vieron disminuir su facturación
total en un 3,4 por ciento. Los negocios de barrio, favorecidos
por la crisis, que obliga a la gente a comprar en pequeñas
cantidades, están manteniendo los niveles de venta del año
pasado.
18,7%
fue
el derrape que sufrió la producción textil
en los primeros cuatro meses del año. Según la cámara
sectorial en mayo las ventas volvieron a caer. Los empresarios se
quejan de que no sólo padecen la caída el consumo,
sino también un cada vez más fuerte ingreso de productos
importados. Además de prendas terminadas se están
importando insumos para producción, como fibras sintéticas
e hilados de algodón.
5%
disminuyó
el consumo de fármacos
entre enero y abril, comparado con igual período del 2000.
La caída en la facturación fue del 3 por ciento debido
al aumento de los precios. La mayor parte de las ventas de medicamentos
se hacen a través de obras sociales. El aumento de la desocupación
y del trabajo en negro impide que amplios sectores de la población
accedan al consumo de fármacos.
8%
es la disminución de ventas de calzado
que estiman los empresarios del sector para los primeros cinco meses
del año. Pero la merma en la producción nacional fue
mucho mayor, ya que debido a la devaluación del real el ingreso
de calzado brasileño se incrementó en un 30 por ciento
durante el primer trimestre del 2001. La calidad y el precio del
calzado brasileño son inferiores que los nacionales. La caída
del poder adquisitivo de la población obliga a los consumidores
a conformarse con productos de menor calidad.
20%
volvió
a caer la venta de juguetes,
uno de los sectores más castigados de la industria. El 92
por ciento de los juguetes que se venden en el país son importados.
La mayor parte se venden en cadenas de supermercados. La semana
pasada cerró la cadena de jugueterías El País
de las Maravillas, la más grande que quedaba.
4%
fue la caída de la producción de papel
en el primer cuatrimestre del año. La industria de celulosa
viene cayendo desde hace cuatro años, debido a la contracción
del consumo y al aumento de las importaciones brasileñas.
Aún así el sector tiene un PBI de casi 4000 millones
de pesos anuales. Esuno de los rubros elegidos por Economía
para avanzar en el plan de competitividad.
20%
disminuyó la venta de autopartes
en lo que va del año. Además de vender menos partes
a las terminales automotrices, los empresarios del sector afirman
que también se contrajo fuertemente la venta de repuestos
a usuarios. La caída de la producción es mayor aún
porque la importación de autopartes brasileñas viene
creciendo al ritmo de la devaluación del real.
3%
es la baja en la venta de cerveza
entre enero y mayo. Luego de un lustro de crecimiento sostenido
de las ventas, el año pasado había caído el
consumo un 8 por ciento y en los primeros cinco meses volvió
a caer con respecto al mismo período del 2000.
13,4%
se
desplomaron las ventas en los shoppings
en los primeros cuatro meses del año. Las principales caídas
de facturación se dieron en comidas rápidas y esparcimiento.
Según los analistas de consumo la gente está visitando
menos los grandes centros de compra y adquiriendo sólo los
productos para el día en negocios de barrio.
5%
cayó la facturación total del sistema de franquicias
en el primer trimestre del año. Se trata de negocios que
utilizan la marca de grandes empresas y trabajan bajo contratos
de exclusividad. El sistema de comercialización, que tiene
un enorme éxito en los países desarrollados, venía
creciendo a un ritmo del 20 por ciento anual desde 1995.
PANORAMA
DE LOS PRINCIPALES SECTORES
Una
lágrima
|
Roberto
Cusungian gerente de Relac. Institucionales de Fate
En llanta
Las
ventas al mercado interno se derrumbaron. Fate reemplazó
en parte esta caída por un aumento de las exportaciones,
que ya representan el 50 por ciento de la producción.
Además de la baja en los despachos a las terminales,
se contrajo la venta a particulares. El mercado de reposición
quedó en manos de los productos asiáticos, que
son de inferior calidad, pero cuestan menos por unidad. Una
cubierta coreana dura la mitad que una argentina, pero los
consumidores no tienen plata para comprar la nuestra. De todas
maneras el mercado total de ventas a usuarios está
un 10 por ciento por debajo del nivel del año pasado.
|
Adolfo
Dominguez gerente de ventas de Ford Copello
Punto muerto
En
los últimos diez días no vendimos nada. Los
números del mes son catastróficos. En mayo de
2000, con dos locales, vendimos 120 autos. Este mes, con tres
bocas, entregamos 19 unidades. Nos pasamos el día charlando
y haciendo crucigramas. Ni siquiera hay consultas. Para que
se vendan autos tiene que haber confianza en el futuro. La
mayoría compra a crédito y éste no es
momento para embarcarse en cuotas. Además, los anuncios
del Gobierno de que los autos bajarían un 20 por ciento
confunden a la gente. La disminución de precios apenas
alcanza el 5 por ciento. Si se apuran a bajar los gastos registrables,
como formularios 0,8 y otros, bajará un poco más
el precio final.
|
Santiago
Gowland gerente de Relac. Corporativas de Unilever
Epocas duras
Mayo fue un mes muy duro, pero creo que alcanzamos a
equiparar la facturación del año pasado. En
el acumulado anual venimos un 1 por ciento arriba. Pero sabemos
que el mercado global cayó. Nuestro crecimiento se
dio en detrimento de la competencia. Somos líderes
en polvos para lavar. Tenemos el 70 por ciento del mercado.
Cuando una marca tiene tanto predicamento, aguanta bien las
épocas duras. Además, la empresa nunca aflojó
la inversión publicitaria, al contrario, la aumentó.
|
Jorge Tosselli de la inmobiliaria Tosselli Fuentes
Sin ventas
Estamos
gastando dinero en avisos y no vendemos nada. Los vendedores
se aburren en las guardias de venta porque no va nadie a ver
los departamentos. Entre enero y mayo vendimos un 13 por ciento
menos que en el mismo período del año pasado.
La gente no se anima ni a preguntar por un préstamo
y sin créditos las propiedades no se mueven. Tenemos
algunas ofertas que, en otro momento, se hubiesen vendido
en el día. Ya sacamos cuatro avisos y ni siquiera van
a ver la propiedad.
|
Fernando
Massi gerente de Marketing de Garbarino
En el freezer
La mayoría de los electrodomésticos se
está vendiendo menos que el año pasado. Nosotros
estamos manteniendo la facturación de 2000 gracias
a la apertura de nuevos locales y a una fuerte campaña
de promociones por los 50 años de la empresa. Además,
el calor de enero y febrero generó una venta record
de equipos de aire acondicionado, que elevó los números
del cuatrimestre. Ahora para vender lo mismo hay que gastar
mucho más en publicidad y achicar los márgenes
de utilidad.
|
Carlos
Pacciaroti gerente de Relac. Institucionales de Disco
Changuitos vacíos
La
venta viene haciendo un serrucho durante los últimos
meses: en marzo subió, en abril cayó un 4 por
ciento y en mayo apenas arañó la facturación
del año pasado. Se van sucediendo pequeños cambios
de hábito. Algunas marcas vienen recuperando el terreno
perdido a manos de productos de menor valor. Pero, a la vez,
baja la venta de comestibles básicos. Es difícil
hacer un pronóstico de cómo seguirán
las ventas. Cada vez que amaga una recuperación, a
los pocos días cae las ventas nuevamente.
|
principio
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