Mamá

Desde joven tengo un convencimiento de que, cada día que pasa, se reafirma más. Considero que la política económica que se aplica en nuestro país es contraproducente. Su única preocupación es achicar los gastos, sin tener en cuenta a quienes perjudica, con el solo fin de cumplir los compromisos emergentes de la deuda pública. El achique de gastos, que sostienen la casi totalidad de los economistas, produce efectos negativos. En efecto, al quitarle poder adquisitivo al pueblo, mediante rebaja de sueldos, salarios y jubilaciones, no se puede comprar, al no vender, los comercios no compran a los mayoristas ni a las fábricas, y, como corolario, ni comercios ni industrias tienen fondos para pagar sus impuestos. Vale decir que, el resultado de esa política, perjudica a todos (pueblo y Estado) y, por lógica consecuencia aumenta la desocupación y la recesión. De chico, cuando teníamos problemas económicos, que los teníamos, le decía a mi madre: no achiques los gastos mamá, tratá de aumentar los ingresos. Con este razonamiento de chiquilín, correlacionado con otras medidas concurrentes, es la única solución actual. Si se aumenta el poder adquisitivo del pueblo, los comercios venden, las industrias producen y el gobierno mejorará notablemente su recaudación, y, quizá así puede lograrse el déficit “cero”.

Enrique W. Muntaner Coll
Docente jubilado, 86 años