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ECONOMíA EN PAGINA/12 WEB
21 OCTUBRE 2001








- IBM Global Services (IGS), subsidiaria de IBM Argentina, completará este año una inversión de 50 millones de dólares en su “campus tecnológico” de Martínez. La empresa mostrará una expansión de sus ventas de un 20 por ciento respecto del año pasado, con contratos por 355 millones de dólares.

- Repsol YPF fue elegida como la petrolera más admirada por su relación con la comunidad y el medio ambiente, según una encuesta realizada por el CEOP. La compulsa fue efectuada entre 348 ejecutivos de primera línea.

- Philips adquirió el Grupo de Soluciones de Salud (HSG) en 1840 millones de dólares. La empresa, que pertenecía a Agilent Technologies Inc., formará parte de Sistemas Médicos de Philips.

- El Banco Provincia permitirá que los poseedores de la tarjeta de débito Bapro Visa Electrón que tengan una cuenta en patacones puedan utilizar el plástico en los comercios adheridos.

- La facturación de Unilever Argentina alcanzará a 1100 millones de dólares este año. La compañía acaba de lanzar “Vívere Abrazo de Invierno”, que le permitió a la marca Vívere escalar del 38 al 41 por ciento del total de las ventas en el mercado de suavizantes para ropa.

- El Banco Galicia incorporó a su red de sucursales las filiales que adquirió del ABN Amro Bank. Con esta operación, el Galicia pasa a tener una participación del 11 por ciento en el mercado financiero.

- La Fundación OSDE realizará un nuevo seminario, de entrada libre con inscripción previa, este martes, desde las 14, en el salón Pacífico del Hilton Hotel, bajo el título “Libertad, finanzas y globalización”, disertarán el economista chileno Ricardo Ffrench-Davis y su par local, Rubén Lo Vuolo. Informes: 4310-5144/8.
19 de octubre de 2001 ÕÕ> 20:08

FINANZAS el Buen Inversor
Por Claudio Zlotnik

ANSIEDAD POR LA REESTRUCTURACION DE LA DEUDA

El canje lo ven lejos

Los financistas esperan una amplia refinanciación de la deuda, especialmente el tramo internacional con apoyo de Estados Unidos, para tener una cuota de ilusión de recuperación de la economía.

En la city no hay espacio para las ilusiones. Los financistas se preparan para otro fin de año gris. Salvo que Estados Unidos acelere el tramo internacional del canje de deuda será difícil cambiar las expectativas. Los principales bancos locales, en manos de conglomerados extranjeros, y los de inversiones del exterior tienen intereses distintos. Pero en el actual momento coinciden en un diagnóstico: sin una amplia reestructuración de la deuda, la economía argentina no podrá recuperarse. Y, en todo caso, ése sería el primer paso para empezar a salir de la recesión.
La sensación de que el cambio de humor en el mercado sólo podría darlo un canje de la deuda propiciado por el Tesoro estadounidense no es un capricho. Una reestructuración abriría las puertas a un ahorro en el pago de intereses. Debería ser suficiente ya no para cumplir con el déficit cero sino para posibilitar una rebaja de los impuestos que sea capaz de impulsar el crecimiento.
Los planes extraídos de la ortodoxia pura que aplicará Domingo Cavallo apuntan exclusivamente al cumplimiento del déficit cero. Pero los activos locales seguirán sin atraer a los financistas mientras la economía no muestre signos de recuperación. Esta es, precisamente, la duda que pesa sobre la Argentina: nadie sabe cuándo llegará la ansiada reactivación.
Mientras la incertidumbre se prolongue y no haya resultados a la vista, los operadores, ya sean locales o extranjeros, ni siquiera se entusiasman con los sucesivos retoques bajistas que Alan Greenspan hizo a la tasa de interés. Tampoco alcanzará en caso de que, dentro de tres semanas, el Tío Alan vuelva a bajarla. A pesar de que, en ese caso, en Estados Unidos la tasa sería negativa, los inversores privilegiarán otros mercados antes que al argentino. Por ejemplo, Rusia. Aun cuando ese país cayó en default hace tres años, sus títulos de deuda son más demandados que los argentinos. El caso más destacable es el caso del Global 2030, que fue el emitido por el gobierno ruso tras la cesación de pagos y la quita del 35 por ciento sobre el capital. En la actualidad, ese título tiene un rendimiento anual del 15 por ciento. Contra el 25 por ciento de su similar argentino, que fue adquirido por los inversores en forma voluntaria.
Por ahora, las condiciones del mercado no variarán demasiado. Puede que haya algún rally alcista puntual, como el de la semana pasada, que se debió a que el Estado pagó cupones que fueron reinvertidos por los inversores, motorizando la suba de precios. O a coberturas de inversores que están expuestos a corto plazo. Pero para ver un escenario decididamente mejor habrá que esperar buenas noticias de la economía
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