La artista chilena comandó una ceremonia apasionada y multiestilística, que conjugó múltiples sensaciones y llevó al público a una especie de trance demoledor.
Fue la pionera en publicar un disco y en tocar en escenarios como BA Rock y el Acusticazo. "Hay mil versiones de mi persona. En este libro, sentí que podía contar la verdad y aclarar todo", asegura.
La banda ya lleva 36 años de ejercicio de una fiesta escénica exuberante y desmedida, que ahora se convierte en espejo que refleja y proyecta a la vez.
Del espíritu extático de discoteca a la interpelación, la banda logró la puesta en movimiento de instintos adormecidos.
En el álbum, el grupo parece trasuntar que la música es, en este punto de claridad de la finitud que impone la muerte, la única salida y la única respuesta.