Ramón Carrillo expresó con una visión totalizadora de la salud que “los problemas de la medicina como rama del Estado no pueden resolverse si la política sanitaria no está respaldada por una política socioeconómica. Del mismo modo que no puede haber una política social sin una economía organizada, una investigación y una ciencia en beneficio de las mayorías” y de nuestro país; en este sentido, el foco no debería ser sólo la enfermedad, sino incluir al enfermo, a los individuos, a la familia y a la comunidad del barrio, y con acciones preventivas que promuevan salud –en toda su concepción biológicapsíquicasocial– debemos construir políticas de Estado de crecimiento socioeconómico, no indiferentes, sensibles hacia los más necesitados, más justas, más inclusivas, más amplias y profundas que, sumadas a procesos educativos, permitan desarrollar una vida plena, con salud, digna y de calidad. Celebro la promoción del cambio hacia la construcción de un modelo sanitarista de la farmacia como unidad de salud, integrada en redes al sistema de atención primaria, que posibilite una mayor cercanía y cobertura universal focalizada de servicios farmacéuticos cerca de las personas. Integrar al profesional farmacéutico al de salud en todo su contexto y reorientar su rol y potencialidad, como también el de la farmacia, hacia centros de suministro acciones, insumos y recursos sanitarios, sin duda mejorará el acceso a la salud y resultará un beneficio directo en los determinantes e indicadores higiénico-sanitarios-ambientales, por acciones preventivas y de recuperación, que posibilita alcanzar una mejor calidad de vida.

Prof. Dr. Damián Pablo Ballester

DNI 16.939.044