Se sabe: Whatsapp es uno de los programas de mensajería más usados del mundo y uno de los más fáciles de interceptar. A pesar de que Whatsapp actualizó hace unos días su software para supuestamente encriptar las comunicaciones, diversas publicaciones aseguraron que el sistema sigue siendo inseguro. Hasta hace un mes, Whatsapp no tenía ningún tipo de cifrado, todo se enviaba como texto plano, y en la misma red de wifi cualquiera podía seguir una conversación. A pesar de que no se sabe qué usó Whatsapp para “esconder” las comunicaciones, alguien ya encontró la manera de sortear la “seguridad”. También está abierto al número de teléfono la clave de seguridad para ingresar al sistema, y mientras tanto spammers compran y venden números de Whatsapp para enviar mensajes no deseados. Si bien la empresa no revela datos propios, se estiman al menos 20 millones de usuarios que usan esta aplicación.