Miércoles, 6 de agosto de 2014 | Hoy
CIENCIA › EL CABILDO DE BUENOS AIRES, SEDE DE UN POSGRADO DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE AVELLANEDA
Por Leonardo Moledo e Ignacio Jawtuschenko
–“Intersecciones del discurso psicoanalítico: Problemáticas contemporáneas, política, cultura y lazos sociales” es el nombre del posgrado. ¿Por qué la universidad decide encarar este tipo de temática?
Jorge Calzoni (J. C.): –Se trata de una iniciativa colectiva en una universidad muy nueva. Vamos construyendo una universidad concebida a partir de un proyecto nacional, del cual nos sentimos parte. Tiene que ver con la sintonía con los docentes desde lo intelectual, desde lo ideológico, de pensar una universidad pública de una misma manera. La Undav nació para complementar el sistema universitario público, no para competir. Y cuando me presentaron la propuesta de posgrado no dudé un momento en decirle que sí, por lo que representa Jorge Alemán a cargo del seminario, por lo que representa esta temática.
–¿Por qué eligieron el Cabildo de Buenos Aires como sede de este posgrado?
J. C.: –Como universidad del conurbano tenemos una situación: no queremos tener oficinas en la ciudad, pero sí realizamos actividades en diferentes sitios emblemáticos, porque consideramos que le da visibilidad y un sentido a nuestra tarea académica.
–¿Cuál es el perfil de la Universidad Nacional de Avellaneda?
J. C.: –Se lo respondo con algunos datos. En el último ingreso, el 10 por ciento de los que ingresaron, unos 800 estudiantes, son del programa Fines o del Progresar. La edad promedio de esta universidad es mucho más alta y tiene que ver con esta segunda oportunidad que se le está dando, tiene que ver con esa movilidad social ascendente que aspiramos para todos ellos. Un 60 por ciento de estudiantes reside en Avellaneda y un 10 por ciento viene del sur de la ciudad de Buenos Aires.
–La universidad es además una institución donde se genera conocimiento. ¿Cuál es su política de desarrollo en investigación?
J. C.: –Como usted sabe, en ciencia y tecnología hay dos conceptos claves, que son la pertinencia y la excelencia. Nosotros la excelencia no la discutimos, pero sí la pertinencia. Acompañamos las líneas estratégicas que marca el Ministerio de Ciencia y Tecnología. Tenemos cuatro investigadores que volvieron al país por el Programa Raíces. Verónica Perera, que es socióloga y trabaja derechos humanos y es la repatriada número mil. Vino de Nueva York, es un valor. Desarrollamos una serie de programas propios, como el UNDAVCyT, con el cual financiamos investigación propia. Estamos empezando, estamos trabajando con Roberto Salvarezza, presidente del Conicet, para tener un sistema de ingreso de jóvenes doctores, en las líneas estratégicas que estamos buscando, como por ejemplo ingeniería en materiales.
–¿Por qué es estratégica la ingeniería en materiales?
J. C.: –La pensamos con lógica productiva: la Universidad de Lanús trabaja en ferrocarriles, la UNAJ en Varela lo está haciendo en petróleo, la UTN Avellaneda tiene cinco ingenierías, y nosotros creemos que tenemos que ponernos en un punto intermedio, hacer ingeniería en materiales, pensarlo estratégica y regionalmente.
–¿Podemos decir que piensa la universidad en términos de “intersecciones”?
J. C.: –Sí, tal cual, es así. Nosotros planteamos cinco ejes: el académico, la investigación, la gestión, la transferencia y el vínculo permanente con la comunidad. No lo entendemos como se decía en una época: “generamos conocimiento y la transferimos al medio”. Lo entendemos como el vínculo permanente, centrado en la demanda.
–¿Cómo se les ocurrió el nombre del seminario?
Clara Schor Landman (C. S. L.): El nombre del seminario surgió de una lectura retrospectiva de los seminarios anteriores, serie que comenzó a partir de un artículo muy provocador titulado Izquierda Lacaniana que Jorge Alemán escribió hace unos años en la revista Archipiélago.
–¿Qué fue lo provocador?
C. S. L.: –En principio unir dos términos que no tienen nada que ver uno con otro. Produjo conmoción, trajo enigma, disputa y conversación. Eso promovió un gran entusiasmo para pensar con el psicoanálisis la política, la cuestión del capitalismo, el sujeto contemporáneo, los lazos sociales, todas las transformaciones que ha traído la lógica del mercado. Este es el cuarto seminario que organizamos. El nombre es amplio porque señala relaciones: pensar las intersecciones del discurso psicoanalítico en las problemáticas contemporáneas, pero como se ve en el programa que vamos a dictar, es plural respecto de las problemáticas particulares de diferentes campos discursivos.
–Y es interdisciplinario...
C. S. L.: –Es relacional, con tensiones, conjunciones y disyunciones entre bordes discursivos, cuestión necesaria para volver a pensar. El seminario tiene como premisa que no hay prácticas sin políticas y sin saberes. Y tenemos una hipótesis: lo contemporáneo compone algo de lo ya conocido, pero también compone algo de lo extraño y siniestro, como lo plantea Freud, de lo que no sabemos, de lo amenazante y de lo enigmático.
–¿Cómo han pensado el desa-rrollo del seminario?
C. S. L.: –Comienza el 8 de agosto. Investigar es forzar el pensamiento, es no tener anticipaciones y estar dispuestos a descubrir que algo se aparezca ahí, en el obstáculo. Vamos a tratar el discurso jurídico, el periodístico, el hospital público, vamos a hablar de la idea de “urgencia”, la investigación científica. Cada seminario lo consideramos un forzamiento al trabajo colectivo, lo que nos interesa es cómo entramos al campo del problema con lo simbólico, poder forzar el pensar a lo imposible de ser pensado, porque se escurre, se escabulle y entonces cada seminario y cada módulo va a tener preguntas, respuestas y puntos suspensivos. El nuestro es un criterio de investigación que no sigue un estándar, que no es un programa que ya se sabe a dónde va a llevar. El que venga a buscar respuestas acabadas va a equivocarse. Pensamos en una conjunción que nos permita ir avanzando, aunque sea en algunas hipótesis, para pensar salidas de este embrollo capitalista y de los imposibles que nos trae esta época. Vamos a problematizar cómo está hoy en Latinoamérica el sujeto, la política, el psicoanálisis.
–Para desanudar semejante embrollo. ¿Qué aporta el enfoque psicoanalítico?
C. S. L.: –Lo cierto es que, desde hace tiempo, en el amplio campo de las ciencias del ser humano se sostiene que, luego del horror de la Segunda Guerra Mundial y con el advenimiento del capitalismo mundializado, se mantienen en estado de crisis los saberes y las prácticas. Por eso es necesario el trabajo de repensar con nuevas lógicas. En este marco, el discurso psicoanalítico entendido como teoría del sujeto y de los lazos sociales aporta una orientación epistémica y ocupa un lugar relacional para el pensamiento crítico y la producción teórica contemporánea. En tal sentido nos podemos referir a Laclau, Agamben, Althusser, Foucault, Heidegger, Marx, Bataille, Badiou, Derrida, Saussure, Descartes, Aristóteles, Platón.
–¿Algo más que quiera agregar?
C. S. L.: –En el marco del seminario, como todos los años Jorge Alemán presenta un libro, y esto va a ser en otro lugar emblemático, en la Biblioteca Nacional, el 12 de agosto a las 19 hs.
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