CULTURA › EL HOMENAJE A GARCIA MARQUEZ
No hay nada que festejar
El escritor colombiano Gabriel García Márquez no acudió el miércoles por la noche en Nueva York a un homenaje que le rindieron colegas como Salman Rushdie, Paul Auster, William Kennedy y el ex presidente Bill Clinton: el acto, celebrado en el Teatro Town Hall de Broadway, fue organizado por el Centro Americano de la Asociación de Escritores PEN y la editorial Alfred A. Knopf, que acaba de publicar en Estados Unidos Vivir para contarlo, las memorias del Premio Nobel de Literatura 1982. Según el presidente del PEN Club, Joel Conarroe, García Márquez no acudió porque prefiere “mantenerse al margen de honores y ceremonias públicas”, pero el mensaje enviado por el colombiano va algo más allá. “Gracias por acordarse de mí en estos tiempos de olvido, y por enaltecer mi obra con un reconocimiento que me honra y me conmueve. Por desgracia, desde que tengo memoria, el mundo no fue nunca menos propicio que hoy para celebraciones de júbilo y efemérides de gloria”, abre la carta. “Más grave que los cataclismos y las guerras innumerables que han acosado al género humano desde siempre, es ahora la certidumbre de que los grandes poderes económicos, políticos y militares de estos malos tiempos parecen concertados para arrastrarnos –por los intereses mezquinos y con las armas terminales– hasta un mundo de desigualdades insalvables. Contra ellos, que son dueños de todo, no quedan más poderes que los de la razón”, escribió.