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Hoy será un día clave: a las diez de la mañana, una expedición judicial entrará en lo que se ha trasformado en el zoológico del horror. Por tercera vez el juzgado de La Banda inspeccionará la reserva ecológica del ex jefe del aparato de represión e inteligencia del juarismo, el ex comisario Musa Azar. En el zoo, la jueza María del Carmen Bravo buscará elementos de prueba sobre la presunta sesión de torturas que condujo a Patricia Villalba hacia la muerte. Según la jueza, los autores materiales del crimen están detenidos. Y de acuerdo con una fuente de la investigación consultada por Página/12, los autores forman parte de una organización poderosa por su estructura, por los delitos cometidos y por la jerarquía de los policías implicados. Musa Azar aparece en ese contexto como jefe de la asociación ilícita y, como tal, según la fuente, como “autor ideológico de la muerte de Patricia Villalba”.
Hoy termina una de las semanas más duras de la investigación del doble crimen de La Dársena: por primera vez desde el comienzo del caso, la Justicia recoge pruebas sobre un círculo cerrado de policías sospechado de formar parte de una banda dirigida por el ex comisario Musa Azar. Sobre esa tesis general, una fuente del juzgado con vinculación cercana a la causa y a las declaraciones hizo una precisión para este diario: “Yo no diría que era una bandita –aclaró– sino una banda grande: por las características de los delitos y de los crímenes como los que estamos viendo, por la estructura que manejaban y por la jerarquía de los involucrados”.
Entre los investigados, de hecho, no sólo está el todopoderoso ex jefe de los espías del juarismo, sino también dos hombres con rango de comisario y comisario general. Estas dos personas son Julio César Mattar, hermano de Francisco Daniel, el oficial detenido y procesado por el crimen del ganadero Oscar Seggiaro. Y además está el comisario general Juan Carlos Gómez, quien hasta hace unos meses se desempeñaba como el segundo hombre de la fuerza policial por debajo de su jefe inmediato: Musa Azar.
Los dos están detenidos desde el fin de semana. Ayer estuvieron en el juzgado de La Banda frente a la jueza María del Carmen Bravo, que comenzó con las indagatorias. Aunque por el secreto de sumario sus declaraciones no trascendieron, se supo que la sesión de Mattar, por ejemplo, pasó a un cuarto intermedio hasta la próxima semana.
Estos dos pesos pesado son parte del grupo de policías detenidos e imputados por el momento por asociación ilícita y encubrimiento.
Con ellos están los tres policías mencionados por Página/12 en su edición de ayer, todos parte de la banda de detenidos por el crimen del ganadero Seggiaro y todos sospechados de haber intervenido en forma directa en la sesión de torturas y en el traslado del cuerpo de Patricia Villalba y de Leyla Bshier hasta La Dársena.
Los policías son Héctor Albarracín, custodio personal, chofer y hombre de extrema confianza de Musa Azar; Francisco Daniel Mattar y Juan Pablo Gómez. De ellos, Albarracín se convirtió en el hombre clave del caso después de la declaración del fin de semana donde habría reconocido, según las fuentes del juzgado, parte de su trabajo sobre el cuerpo de las chicas.
Esos datos son los que irán a buscar al zoológico de Musa Azar los hombres del juzgado, encabezados esta vez por el perito criminalístico Enrique Prueger, contratado por el Tribunal Supremo de Santiago para dedicarse exclusivamente a esta pesquisa. Como resultado del trabajo de estos días, el equipo del juzgado encontró elementos para sostener la hipótesis de la megabanda. Y ahora están dispuestos a revisar otras muertes dudosas: “Cada caso de desaparición de personas de los últimos años los vamos a revisar para establecer si los detenidos están vinculados”, explicó uno de los investigadores.
La relación de Musa Azar con el doble crimen por ahora está definida sólo formalmente por la imputación provisoria bajo los cargos de “asociación ilícita, malversación de fondos, incumplimiento de los deberes de funcionario público y encubrimiento” en el capítulo de La Dársena.
Cuando Página/12 preguntó si también se lo investigaban como autor ideológico de los crímenes, una fuente del juzgado respondió que sí: “El cargo de jefe de la banda tiene implícito que sea autor ideológico de la muerte de Patricia Villalba”.
¿Y Leyla Bshier? Hasta ahora la jueza María del Carmen Bravo sostenía que tenía el caso casi cerrado y que mañana estaría en condiciones de darlo por cerrado. Sin embargo, el juzgado no parece haber avanzado demasiado en la pista de la fiesta, el lugar, los participantes o en las pruebas de cocaína localizadas en el cerebro de Leyla a través de las pericias que hizo Ricardo Padula, de la Policía Federal. Entre los 17 detenidos de la causa, existe sólo una persona –el diputado Carlos “Pololo” Anauate– que podría haber estado en la fiesta, de acuerdo con las sospechas de los familiares de las chicas muertas.
Además de Anauate, en la cárcel está Cristina Juárez, amiga de Leyla y con quien pasó las últimas horas antes de la desaparición. Durante estos meses, Cristina pasó de víctima a acusada. Sin embargo, ahora los investigadores creen que además era la que seguía en la lista: “Acá limpiaron un cadáver, mataron a una testigo y la que se salvó fue la Juárez”, explicó claramente la fuente consultada.