CULTURA › MAÑANA COMIENZA LA FERIA DEL LIBRO INFANTIL Y JUVENIL
Un mundo de libros al alcance de todos
La edición estuvo a punto de cancelarse por un conflicto económico en torno del predio donde se desarrolla. Pero esa etapa está superada y, desde mañana, con visita gratis para escuelas, la hermana menor de la Feria del Libro abrirá sus puertas. Un concurso de frases, abierto por los organizadores, dejará a los adultos pensando en el presente argentino.
Por Verónica Abdala
“No es una sorpresa para nadie que en la Argentina los actos y eventos culturales encuentren todo tipo de escollos y dificultades antes de concretarse. Pero en nuestro caso, éstos superaron las previsiones normales. Por eso decimos que la realización de esta Feria se convirtió en un verdadero acto de resistencia, por no decir en una epopeya.” Marta Díaz, directora de Ferias de la Fundación El Libro, está exhausta, aunque el cansancio no le impide responder a las llamadas que recibe en un teléfono que no para de sonar. Díaz está feliz, según dice, porque la Feria Infantil y Juvenil, que se inaugura mañana, volverá a hacerse realidad, pese a los obstáculos que en esta oportunidad debieron enfrentar los organizadores. De hecho, su realización se hará posible sólo porque a último momento fueron superadas una serie de dificultades que, por primera vez, hicieron peligrar su continuidad. Los beneficiarios del esfuerzo extremo que llevaron adelante los organizadores serán, en última instancia, miles de chicos.
El problema que puso en jaque a la hermana menor de la Feria del Libro se originó entre la Fundación El libro y la Secretaría de Hacienda del gobierno porteño, enfrentadas durante los últimos meses por las condiciones en que debía concretarse el alquiler del Centro de Exposiciones de la Ciudad de Buenos Aires, en donde se realizó en los últimos años. Según la Fundación El Libro, fueron los intereses económicos de un sector del gobierno porteño –de los que se habría hecho eco la Secretaría de Hacienda más puntualmente– los que motivaron la disputa, finalmente resuelta.
“Nosotros habíamos reservado el predio en octubre del año pasado, como todos los años”, relata Díaz. “Pero en marzo nos comunicaron que éste no estaría disponible en forma gratuita, como nos fue entregado los últimos tres años por una decisión de la Legislatura porteña, sino que debíamos abonar el costo del alquiler en el plazo de 72 horas. Nosotros reclamamos el derecho a que el predio nos fuera cedido gratuitamente. Entonces nos comunicaron que el espacio había sido alquilado a una empresa privada, Focus Media, que a su vez se lo había alquilado a la Asociación de Entidades Educativas Privadas Argentinas (Adeepra).”
Desde el gobierno explicaron que habían privilegiado a Adeepra (que pretendía montar allí un parque de diversiones y cobrar 14 pesos la entrada), porque había hecho el pedido con mayor anticipación y un depósito de 15 mil pesos. Ofrecieron entonces a la Fundación un espacio alternativo para la realización de la Feria. Pero la oferta fue rechazada de plano, ya que a los organizadores les pareció extremadamente reducido e incómodo. Hace quince días, la Fundación anunció que la Feria no se haría, y el enfrentamiento cobró estado público. En opinión de Marta Díaz, éste fue el hecho determinante que finalmente condujo a un acuerdo entre las partes y habilitó el camino a la realización de la Feria a la que anualmente concurre un promedio de trescientos mil chicos.
“Yo no sé si pensar que lo que motivó a quienes pusieron palos en la rueda fueron los intereses monetarios, ni me gusta seguir hablando de este tema, pero todo hace pensar que fue así”, señala la directora de Ferias. “Mintieron cuando dijeron a los medios que no habíamos hecho la reserva en octubre y mintieron después, diciendo que en un principio habíamos querido alquilar la rural. Nos llevó dos semanas de trabajo sobrehumano montar esta Feria y ahora estamos felices, porque sabemos que hay pocas oportunidades como ésta para fomentar simultáneamente la imaginación, la diversión y la formación de los chicos. Esto no hubiera sido posible sin el apoyo de la gente que desde distintos puntos del país nos brindó su apoyo y se ofreció para colaborar”, dice agradecida.
La Feria, finalmente, abrirá sus puertas el lunes y permanecerá hasta el 2 de agosto (inclusive) en el Centro Municipal (Figueroa Alcorta y Pueyrredón), pegadita a la Facultad de Derecho. De esta forma, quedará nuevamente habilitado un espacio que anualmente permite a miles de chicos el acceso gratuito a los libros –ya que, al margen de la posibilidad de comprarlos y al estilo de una gigantesca biblioteca, les está permitido hojearlos, tocarlos, leerlos– y la participación en las casi 800 actividades educativas y recreativas que allí se realizan, incluyendo talleres permanentes y rotativos, narraciones de cuentos, espectáculos de títeres, circo y teatro, diálogos con escritores, juegos y concursos. Este año son 85 los expositores editoriales, educativos y recreativos que comprometieron su participación, todos intentando arreglárselas en medio de una crisis económica que convierte estas iniciativas poco menos que en hazañas. “Todos los esfuerzos han valido la pena, ya que trabajamos fundamentalmente para ellos, los chicos que cada año llenan de vida esta Feria”, subraya Díaz.