CULTURA › POR J.C.

POR QUE V.S. NAIPAUL

Este año se publicó en español Al límite de la fe, un libro escrito por V. S. Naipaul –Premio Nobel de Literatura en 2001 y para muchos el mejor escritor vivo en lengua inglesa– en el que se ocupa del islam. Naipaul no sólo es famoso por sus novelas, sino también por sus libros de viajes, entre los que se cuenta uno más que corrosivo sobre la Argentina. En su última obra traducida, describe la gente y los lugares que conoce Naipaul en Indonesia, Irán, Pakistán y Malasia. Estos cuatro países tienen en común el hecho de ser naciones que se han convertido al islam; que se han sometido, en diversos momentos de la historia, a lo que Naipaul considera el imperialismo religioso del mundo árabe, con lo que eso supone de obligaciones para sus habitantes: abandonar sus antiguos mitos y creencias; borrar su historia; arabizar su lengua y sus nombres; volver la vista, llena de reverencia y admiración, hacia lugares sagrados en tierras secas y lejanas.
Está claro cuál es la postura de Naipaul. Aborrece los sistemas, sean políticos o religiosos, que promueven las ideas fijas y el fanatismo, que ahogan el intelecto y el libre albedrío. No obstante, en Al límite de la fe no hace nunca explícito su punto de vista, sino que deja que el lector saque sus propias conclusiones. Tanto en su estilo de escritor como en su personaje narrativo, cuida escrupulosamente de no llamar la atención sobre sí mismo, sino de reflejar la luz sobre los asuntos que pretende describir. Y aunque Naipaul habla en primera persona, no es tanto una presencia en el libro como un medio invisible a través del cual cobran vida los demás. A eso se refieren los críticos literarios cuando afirman que la escritura de Naipaul es transparente.
No siempre lo fue. El mismo ha contado que cuando empezó a escribir sobre viajes, hace unos 40 años, hizo lo que habían hecho otros autores del género: escribía eso que ahora llama desdeñosamente “autobiografía”, sus reacciones personales ante las cosas, y “paisaje”, es decir, la descripción de la superficie de las cosas. Según reconoce, tardó muchos años en comprender que la literatura de viajes sólo tenía un valor perdurable si se ocupaba de la gente y de las circunstancias vitales de esa gente. Al límite de la fe, un producto del escritor de viajes maduro, es fundamentalmente una colección de biografías de los personajes –casi todos, conversos al islam– a los que conoce en sus viajes.
Naipaul, que personalmente no es nada religioso, nació en Trinidad en 1932, en una familia hindú, dentro de la comunidad india que hace un siglo emigraba de un extremo a otro del Imperio Británico en busca de trabajo. Cuando tenía 18 años obtuvo una beca para estudiar español y francés en Oxford, si bien luego estudió literatura inglesa, y vive en Inglaterra desde entonces, exclusiva y rentablemente dedicado a la literatura. Vive en un dúplex en una calle tranquila del señorial barrio londinense de Kensington, en el que vive con su mujer, Nadira Khannum Alvi, paquistaní y también escritora. Su porte y su forma de vestir son los de un caballero inglés: un caballero cortés, pero solemne; poco dado a la charla trivial; que a veces suelta una leve sonrisa, pero pocas veces se ríe. Ha recibido casi todos los premios literarios que existen en Inglaterra, y en 1990 la reina le otorgó el título de Sir. La forma correcta de dirigirse a él es Sir Vidia.
La conversación trata del islam y las consecuencias del 11 de septiembre, la Argentina y Brasil, la literatura latinoamericana, sus propias obras, Al límite de la fe y El lazarillo de Tormes, un libro que tradujo al inglés durante su segundo curso en la universidad y por el que todavía hoy siente un sorprendente cariño. Tan atento a la precisión en lo que dice como en lo que escribe, muchas veces, antes de responder a una pregunta, se detiene a pensar, con los ojos cerrados, cinco, diez, quincesegundos, hasta dar con las palabras que mejor se correspondan con su visión de la verdad.

Compartir: 

Twitter

 
CULTURA
 indice
  • V.S. NAIPAUL, ESCRITOR Y PREMIO NOBEL
    “Para entender a la Argentina hay que ser brutal”

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.