La eliminación de Boca de la Copa Libertadores trajo los primeros rumores. Ya antes del partido ante Fluminense, en Río de Janeiro surgió la versión de que Juan Román Riquelme estaría distanciado de varios integrantes del plantel, idea que se potenció luego de consumada la derrota, cuando el volante se fue derecho a los vestuarios, mientras sus compañeros se agrupaban en la mitad de la cancha para saludar a la gente. Por eso, antes de viajar hacia Buenos Aires, tanto Riquelme como el entrenador, Carlos Ischia, el presidente del club, Pedro Pompilio, y el goleador Martín Palermo se encargaron de desmentir los rumores instalados.

El primero en referirse a la situación fue el propio Riquelme. Con una sonrisa, el mediocampista le restó trascendencia al rumor que indica, entre otras cosas, que discutió con el arquero Pablo Migliore en el entretiempo del partido de ida con Fluminense. “Me dan risa esas versiones. Estuve tirado en la cama tres días y esperaron un día que fui al entrenamiento para generar problemas, pero ustedes casi conviven con nosotros, viajan con el equipo en el mismo avión, están cerca del vestuario y saben que acá el grupo se lleva bien”, señaló Riquelme.

Luego fue el turno de Ischia, que tampoco les quiso dar entidad a las versiones periodísticas y desmintió la discusión entre Román y el arquero. “Directivos me comentaron lo que habían dicho después del partido en Racing, pero ese día hubo mucha gente en el vestuario y todo el mundo sabe que no pasó nada, que está todo bien”, remarcó el entrenador, que se basó en la actuación de sus jugadores para justificar su afirmación. “El equipo fue hidalgo en la derrota. Pudo sobrellevar un momento difícil, más para gente que no está acostumbrada a la derrota. Pero el plantel ha demostrado, con un partido excepcional, que está muy bien. Podrán hablar, comentarse muchas cosas, pero lo que comentaron, si es que lo comentaron, no es verdad”, señaló el técnico.

Para Palermo, la actitud del equipo en la cancha es la mejor demostración de que no hay divisiones. “En Boca siempre se crean situaciones para generar polémicas, pero ha quedado demostrado en la cancha que todos tiramos para el mismo lado. Estábamos mentalizados para hacer lo mejor. Se han dicho, y se dirán tantas cosas, pero nosotros estamos tranquilos”, sostuvo.

También Pompilio debió tocar el tema, utilizando los mismos argumentos que los jugadores y que el entrenador. “En Boca estamos todos en la senda del orden, que fue lo que a Boca lo llevó a estar en los primeros planos los últimos años. Hablar es perder el tiempo. Riquelme trabaja como corresponde y colabora con todos sus compañeros porque yo se lo pedí. Los chicos van a crecer muchísimo a su lado. Yo no veo ningún inconveniente”, señaló el presidente del club.