El Partido Socialista no irá a internas el domingo para dirimir su nueva conducción, pero la puja intestina continúa en medio de duras acusaciones cruzadas entre los dos sectores en pugna. Los socialistas K –que querían disputarle la dirección partidaria a Rubén Giustiniani y Hermes Binner– pegaron el portazo y decidieron bajarse de la contienda porque “las arbitrariedades y manipulaciones del oficialismo les quitaron transparencia a los comicios”. Desde la vereda de enfrente contestaron que los K “levantaron la lista para evitar una derrota vergonzosa”.

La lista de Unidad Socialista, que encabeza el ex dirigente gremial aeronáutico Ariel Basteiro y que nuclea a los dirigentes partidarios que se acercaron al gobierno nacional, decidieron no dar pelea en la interna nacional prevista para este domingo. Los argumentos, que volcaron en un documento de cinco puntos dirigido a la junta electoral partidaria, van desde la “proscripción” de ocho de sus candidatos y la no “utilización de un padrón provisto por la Justicia Electoral” hasta la “manipulación de los lugares de votación” y que el oficialismo “descalificó” a su lista desde la página web partidaria. “No vamos a avalar con nuestra participación dichas prácticas políticas”, afirmaron.

El sector K analiza bajarse de la contienda, después de que el oficialismo partidario incorporó a su lista al gobernador santafesino y principal referente socialista. “Esperábamos que Binner se mantuviera prescindente”, habían admitido los K a PáginaI12. Aunque también afirmaron que no abandonarán el partido y tratarán de organizar su propia fuerza en una corriente interna, ahora que quedarían fuera de la conducción nacional del PS.

La respuesta a la deserción de los disidentes no se hizo esperar. “El retiro de la Lista 1 es la crónica de una derrota anunciada, abandonaron antes de hacer un bochorno en las elecciones del próximo domingo”, señaló la jefa del bloque de diputados nacionales socialistas, Silvia Augsburger. “Tenían muy en claro que perdían en los 24 distritos del país, no podían asegurar el triunfo ni siquiera en la provincia de Buenos Aires, querían evitar un papelón con excusas y argumentaciones que, tanto política como jurídicamente, son insostenibles”, insistió Augsburger.

El diputado y jefe del socialismo porteño Roy Cortina también se sumó al coro contra los adversario K. “Ahora es visible que su postura de querer llevar el partido detrás del kirchnerismo va en contra de lo que piensa la inmensa mayoría del socialismo. Aunque ellos se empeñaban en hacerlo en absoluta soledad”, cargó Cortina contra la corriente de Basteiro, antes de advertir que esto no significa la ruptura en el PS: “Tendrán los mismos derechos que cualquier afiliado al socialismo, aunque también queda claro que ya no son parte de la conducción partidaria”.