La selección argentina de vóleibol logró su clasificación para el hexagonal final de la Liga Mundial que se disputará en Serbia. El triunfo 3-2, con parciales 32-30, 22-25, 21-25, 25-18, 15-7, resultó una anécdota, ya que el objetivo se había cumplido con la obtención del cuarto set. Sin embargo, sirvió para que la fiesta en San Juan fuera completa.

En el arranque parecía que todo iba a ser sencillo. El primer parcial fue un 4-0, que incluso se fue aumentando con el transcurso del set, hasta llegar a una ventaja de seis puntos. Sin embargo, Argentina bajó la intensidad sobre el final del set, lo que permitió que los europeos se acercaran en el marcador, hasta llegar al empate en 23. A partir de allí fue punto a punto, pero los errores del gigante Moreau –clave en la levantada francesa– volcaron el set para Argentina.

La paridad del final del primer set se prolongó en el inicio del segundo. Los dos rotaban con facilidad, aunque los visitantes mostraron un mayor volumen de juego. Esa leve diferencia se tradujo en una ventaja de alrededor de tres puntos, que los europeos supieron manejar para quedarse con el segundo parcial. Argentina llevó la delantera durante casi todo el tercer set. Pero otra vez, en el momento de la definición, los errores aparecieron para que los franceses se pusieran 2-1.

El decisivo cuarto set –el que ganaba sacaba pasaje para Serbia– mostró a un equipo argentino con mucha autoridad, que empezó a manejar el parcial después del primer tiempo técnico y lo cerró sin sobresaltos para lograr el objetivo. La yapa resultó el quinto set que, ante un estadio que era pura euforia y un rival entregado, sirvió para que el equipo de Weber festejara la clasificación con la séptima victoria en esta edición de la Liga Mundial.