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La presión creciente y las lesiones aparecen como los principales desafíos en el horizonte inmediato de Juan Martín Del Potro, que se fue del Abierto de Australia a punto de llorar.

Ese llanto apenas contenido tras su derrota en cinco sets con el croata Marin Cilic simbolizó la impotencia del tandilense por haberse bajado más pronto de lo deseado de la lucha por el título, condicionado por una persistente molestia en la muñeca derecha, a la cual se sumaron las tres uñas que se sacó en el pie izquierdo.

“Juan hizo un gran esfuerzo en jugar este torneo así como estaba. Luchó más de lo que jugó: su juego esta vez no fue el mismo, sino que se basó en la lucha y no en la agresividad de sus golpes”, respondió su coach, Franco Davín.

Si bien Del Potro no la puso como excusa, reconoció que la molestia en la muñeca –que lo hizo retirarse del torneo de Kooyong en la antesala del Abierto– tal vez influyó en que pusiera su mente más en su estado físico y menos en su juego. “Pero si salí a la cancha es porque estaba para jugar”, aclaró.

“Dejó todo en un torneo que para él era muy importante porque era el primero del año. Estábamos para irnos el primer día por su dolor en la muñeca y sin embargo, ganó tres partidos”, agregó Davín antes de embarcarse junto a Del Potro hacia Buenos Aires.

La naturaleza de su juego y su altura de casi dos metros –que lo obliga a realizar determinados tipo de movimientos sobre el court– ponen sobre el tapete la cuestión de que el argentino pueda entrar en una seguidilla de problemas físicos que condicionen su desempeño futuro.

“Hoy lo miran de otra forma, antes no era campeón y ahora es campeón; es una responsabilidad muy grande”, dijo el argentino Carlos Rodríguez, coach de la belga Justine Henin, acerca de la presión a la que se enfrenta Del Potro. El campeón del US Open 2009 sintió el cambio de llegar a Australia como candidato, algo que no le había sucedido previamente en ningún “grande”.

Desde su experiencia, Rodríguez considera que encontrarle la vuelta a la situación sólo es una cuestión de tiempo. “Es un aprendizaje, él es joven, tiene una muy buena personalidad y un entrenador que conoce esto y es muy calmo e inteligente”, señaló.

Para Rafael Nadal, que ya ganó seis Grands Slam, “lo importante es tener los pies en el suelo, creo que uno tiene que saber lo difícil que es ganar y seguir ganando y seguir ganando... A partir de entonces hay que salir a la cancha y hacer todo lo posible, a veces saldrá mejor y a veces saldrá peor, pero hay que seguir trabajando igual”, señaló.

“Por algo llegaste ahí, porque hay un potencial, probablemente un cachito superior a los demás, y si sigues trabajando con los pies en el suelo y la misma intensidad no tiene por qué ir mal”, agregó.

Esa confianza es compartida por muchos que creen que Del Potro tiene potencial para alcanzar tarde o temprano al número uno del mundo. “Para mí es el jugador más completo en términos de físico, mental y de tenis. Pero hay que darle tiempo, no hay que apurarse, porque cuando uno pasa una situación como la que pasó él, es difícil acostumbrarse y encontrar los puntos de apoyo”, aseguró Rodríguez, que en su momento llevó a Henin a la cima del ranking femenino y ahora lo intenta de nuevo.