La crisis de Central se agudizó tras el descenso decretado el domingo, con la renuncia de su presidente Horacio Usandizaga, una precipitada convocatoria a elecciones para el mes que viene, en plena disputa del Mundial, y la indecisión respecto del futuro del fútbol profesional del club, aunque el entrenador Leonardo Madelón presentará hoy su renuncia. El vicepresidente Fernando Daniel Villiguer quedará a cargo de la institución.

Después de que la policía tuviera que montar guardia en la puerta de su domicilio para prevenir represalias de los hinchas furiosos tanto por el descenso como por la manera de conducir al club en los últimos años, Usandizaga decidió ayer por la mañana dejar la conducción centralista. Es la segunda vez que renuncia a un cargo electivo: ya lo había hecho en 1989 cuando era intendente de Rosario después de que Carlos Menem ganara las elecciones presidenciales, cumpliendo con una promesa que había hecho.

“Usandizaga renunció y lo puse en conocimiento del resto de las autoridades”, sostuvo el síndico Vicente Cuñado, que explicó que se está elaborando un programa para que las elecciones “se realicen el domingo 27 de junio, con plazo para presentar las listas y avales hasta el 14 de junio ante una comisión electoral consensuada”. Fernando Lépori, Alberto Joaquín o hasta Gonzalo Belloso, ex jugador de la institución, son algunos de los nombres que asoman como alternativas presidenciales. El nuevo mandatario asumirá al día siguiente de la elección.

Tras la derrota ante All Boys, el domingo en Rosario, el entrenador Leonardo Madelón anunció que se reuniría con los dirigentes para delinear su futuro inmediato, licenciando a los futbolistas hasta mediados de junio, pero ahora se alejará. El panorama es incierto, ya que Central dejará de percibir los 17 millones que recibe de la TV por jugar en Primera, para ingresar desde ahora 3 millones anuales, que es lo que reciben los equipos de la B Nacional. En los dos últimos años, Central gastó en promedio 25 millones de pesos por temporada en el fútbol profesional. Jugadores como Burdisso, Braghieri, Paglialunga y el arquero Broun serán negociados. El club tiene un costo operativo mensual de 2,5 millones de pesos y los 35 mil socios dejan en las arcas aproximadamente 1,5 millón por mes.

Las campañas de Central en los tres últimos años, en los que se alternaron nueve entrenadores distintos, permitieron presagiar la pérdida de la categoría. En tres temporadas, Central perdió 44 de los 114 partidos que jugó, casi el 40 por ciento. Después de jugar la Promoción 2008/09, arrancó la última temporada ganando los cuatro primeros partidos del Apertura 2009, bajo la conducción de Ariel Cuffaro Russo, pero en este Clausura 2010 marcó en 19 partidos apenas 12 goles (dos menos que el goleador del certamen, Mauro Boselli de Estudiantes). Es la cuarta vez que Central pierde la categoría: ya había sucedido en 1941, 1950 y 1985.