La solución de continuidad en el trayecto de Emanuel Ginóbili parece no alterarse por los cambios de año. El 2011 arrancó con la misma eficacia que mantuvo a lo largo del segundo semestre del año pasado. Máxima figura de San Antonio, el domingo volvió a demostrar su peso específico. Además de ser el puntal fundamental para acercar al conjunto texano a la victoria sobre Minnesota por 94 a 91, el bahiense terminó como goleador del encuentro al anotar 21 puntos, a lo largo de los 34 minutos que estuvo en la cancha, en un nuevo encuentro de la NBA.

Los datos no se quedan sólo en el goleo. El bahiense aportó además siete rebotes, tres asistencias y cuatro robos. Pero pareciera desvanecerse la importancia de esos números, pues lo más trascendental es que Ginóbili apareció en los momentos justos para decretar el triunfo de su equipo. Algo que en los últimos meses tiende a ser una constante.

Su desequilibrio tomó fuerza especialmente en el segundo cuarto, donde anotó 14 puntos y remontó la desventaja en el resultado para cerrar el primer período arriba por 50-44. Pero no se quedó ahí, porque también sumó en el tercer parcial, cuando le dio el espaldarazo necesario a San Antonio para que la victoria no se le escapara.

De esta manera, construyó lo que fue la decimoquinta vez consecutiva que el elenco de Texas le ganó a Minnesota. En tanto que reforzó su recuperación en el comienzo del año tras el par de derrotas al hilo que había cosechado en el inicio de 2011. Es que esta victoria se sumó a la anterior ante Indiana, y así, San Antonio sigue teniendo el mejor registro de la temporada, con 31 triunfos y solamente seis caídas. En ese plantel en el que posan todas las miradas es en Manu, ahora también como goleador y con la chance concreta de ser nuevamente elegido para el All Star de Los Angeles.