Julio Grondona optó por la tranquilidad y el silencio. Lejos del ruido, a la espera de que la situación se decante y de que todas las voces se acallen, el presidente de la AFA se aferró a su estrategia preferida: dejar que todos opinen y luego resolver a su gusto. Mientras tanto, su hijo Humberto ya le marcó el terreno al entrenador Sergio Batista. Con ese panorama, Batista seguirá en su cargo, aunque su ya limitado poder quedará todavía más recortado.

Don Julio se tomó descanso, pero su entorno ya empezó a trabajar. Su hijo Humberto garantizó la continuidad de Batista, pero dejó en claro que la eliminación en los cuartos de final no le saldrá gratis. Si bien la reunión entre el presidente de la AFA y el entrenador recién se producirá una vez concluida la Copa América, el DT ya se enteró a través de los medios y de boca del hijo del presidente de la AFA –además subdirector de las selecciones nacionales– que tendrá que depurar al plantel y que deberá incluir a varios futbolistas nuevos de cara a las próximas Eliminatorias. Todavía no hay indicios de modificaciones en el cuerpo técnico, aunque no habría que descartarlo.

“Está clarito que hay que cambiar”, señaló Grondona hijo en radio La Red cuando lo consultaron sobre si Batista debía darle continuidad al plantel que disputó la Copa América. “Hay muchos chicos que tendrían que tener la oportunidad de participar. Ahora es el momento de darle la participación. Eso es lo que pienso yo”, señaló Grondona. “Batista debe protegerse y ver qué jugador no le sirve”, resaltó el ex entrenador de Racing. “A veces confiás en gente y te llevás una sorpresa. El cuerpo técnico tiene que tener la sabiduría suficiente como para sacar conclusiones. Hay un futuro por delante: las Eliminatorias”, afirmó Grondona.

Los próximos pasos de la Selección son un amistoso ante Rumania para dentro de tres semanas, en Bucarest, y luego se viene el arranque de las Eliminatorias, ante Chile de local y ante Venezuela de visitante, a principios de octubre. Para ese momento se verá si Batista acepta las “sugerencias” o quedará preso de esos reclamos.

Lo cierto es que más allá de la intención de la cúpula de la AFA de pedir cabezas, desde el propio cuerpo técnico también tienen una idea parecida. Por edad, por rendimiento y hasta por cuestiones extrafutbolísticas, varios nombres quedaron en la mira. Para Javier Zanetti, el jugador con más presencias en la Selección, sus 37 años parecen un fin de ciclo. Casos parecidos son los de Esteban Cambiasso, quien arrancó como titular y luego perdió terreno, y Diego Milito, que no jugó ni un minuto.

Otra situación particular es la de Carlos Tevez. Además de fallar el penal decisivo, a Batista no le gustaron las declaraciones del delantero, que aseguró no sentirse cómodo como “once”, luego del indulto que había recibido en la previa al certamen. Y como su rendimiento no conformó, su futuro también es incierto. Tampoco conformó el nivel de Javier Mascherano, el capitán del equipo hasta este torneo. Por su actualidad dejó de ser un intocable y deberá rendir examen para regresar. Los dos centrales, Nicolás Burdisso y Gabriel Milito, que jugaron todos los minutos que disputó el equipo, son otros dos que quedaron muy abajo en la consideración, más allá de que –como Mascherano– son de las voces más respetadas del vestuario.

Se vienen cambios. Algunos inducidos, otros por convicción. Pero está claro que la frustración de la Copa América no le saldrá gratis a Batista.