DEPORTES › GALLEGO NO VE FANTASMAS EN SU CONTINUIDAD, PERO...
“Hay técnicos revoloteando”
Como consecuencia de la floja campaña que está realizando Independiente en el torneo Clausura, el director técnico del equipo, Américo Gallego, reiteró ayer que nunca pensó en renunciar y destacó estar seguro de que “ya hay técnicos revoloteando por Avellaneda”. Luego de la práctica que efectuó el plantel ayer en Villa Domínico, y ante la consulta a Gallego sobre si le dolería si los dirigentes hubiesen hablado con otro técnico, el entrenador respondió: “Sí, me dolería porque conmigo tienen mucha sinceridad, y no tendrían ningún problema en decírmelo, pero no creo que haya sido así”. Es más, Gallego dijo del presidente del club, Andrés Ducatenzeiler, que “es muy joven y a mí me aprecia mucho. Y tan es así que me ofreció prolongar el contrato. El me conoce y sabe que no iba a renunciar”.
De todas maneras, a pesar del respaldo de los directivos y jugadores, Gallego expresó que “los dirigentes saben” que si le está haciendo “mal al equipo, también puede venir otro técnico que le puede hacer bien”.
Conocedor de los distintos momentos que pueden aparecer en la vida de un entrenador, Gallego remarcó que “no hay que olvidarse que acá siempre pasa lo mismo, cuando se va un técnico, al otro partido ese equipo gana 4-0. Y encima uno lo deja armado como para jugar la Copa Libertadores. Pero no voy a ser tan cabeza dura de quedarme en un lugar en donde no puedo cambiar el rumbo”. Y agregó: “Ya tengo experiencia de antes de llegar a Independiente. Porque mientras yo estaba por salir campeón con River, ya habían hablado con Ramón Díaz y después me limpiaron”.
En el plano futbolístico, para el encuentro ante Chacarita, el próximo sábado, el goleador Andrés Silvera reaparecerá luego de la fecha de suspensión, y también lo hará el arquero Leonardo Díaz, que por una cláusula contractual no actuó ante Colón, su ex club. Este partido podría jugarse en la cancha de Racing o Quilmes, ya que Independiente tiene su estadio suspendido por una fecha, debido a las bombas de humo que arrojó su público en el enfrentamiento con Vélez.