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A Gimnasia se le rompió la ilusión de seguir en la Libertadores. Por más que jugó bastante bien y que en algún momento estuvo muy cerca del empate, Olimpia aprovechó tres minutos de inspiración para liquidar el encuentro. Con un gol de Guido Alvarenga, la gran figura, dos de Rodrigo López y otro de Juan Carlos Benítez, el conjunto paraguayo se quedó con el triunfo 4-1 y condenó a Gimnasia, que descontó por intermedio de Germán Castillo, de penal. También avanzó a la siguiente ronda Cobreloa, que en Calama venció 4-0 a Alianza Lima.
El planteo de espera que planificó Carlos Ramacciotti apenas le sirvió por siete minutos. Ese tiempo tardó el equipo paraguayo en romper el vallado que trató de imponer Gimnasia. En un tiro libre, Guido Alvarenga clavó un zurdazo desde más de veinticinco metros en el ángulo, sin que Olave pudiera intervenir. A partir de eso se vieron los mejores minutos de Olimpia, que encontraba en la zurda de Alvarenga la mejor opción para generar riesgo. Por el contrario, los argentinos parecían desorientados.
Sin embargo, como el actual campeón bajó su intensidad, de a poco permitió que el visitante emparejara el desarrollo. Incluso, Gimnasia consiguió generar algunas situaciones de peligro. En dos ocasiones lo tuvo Roberto Sosa, pero primero su cabezazo se fue desviado y en la siguiente no alcanzó a conectar de lleno. A esa altura, Olimpia ya no manejaba el trámite. En cambio, los argentinos se animaban cada vez más. Hasta que llegó una jugada que pudo haber cambiado la historia. Sanguinetti recibió habilitado y cedió para Sosa, que sobre la línea marcó el gol que significaba el empate. Pero el árbitro Vázquez, a instancia del juez de línea Oliver Viera, anuló la conquista.
En la segunda etapa, la actitud de Gimnasia fue mucho más ofensiva. No se preocupó por cuidarse y se plantó decidido a buscar la igualdad. Con la presencia de Leiva y Esteban González, dominó en la mitad de la cancha y estuvo cerca de conseguir el empate. Pero cuando mejor estaba el equipo platense, Olimpia sacó todo su oficio para liquidar el partido con dos goles de López. Ahí se acabó el sueño de Gimnasia, más allá de los goles que decoraron el marcador final.