EL PAíS › IBARRA SE PLANTO FRENTE A SERVINI Y CONFIRMO LA FECHA ELECTORAL
A votar en junio aunque Su Señoría no quiera
El jefe de Gobierno ratificó la fecha que había sido anulada por la jueza electoral. Ibarra dice que legalmente no habrá problemas. Desde Tribunales piensan distinto y hay conflicto de poderes en puerta.
Por Santiago Rodríguez
Aníbal Ibarra ratificó ayer que las elecciones a jefe de gobierno y legisladores de la Ciudad de Buenos Aires serán el próximo 8 de junio, en contra de la suspensión de los comicios que había dispuesto la jueza federal María Romilda Servini de Cubría. Ibarra buscó con esa decisión reafirmar su principio de autoridad en el distrito y dejó descolocado a su principal adversario, Mauricio Macri, quien había deslizado la posibilidad de que el ex fiscal estuviera en connivencia con la jueza y terminó destacando que “hizo lo que debía hacer”. En la jefatura de gobierno sostienen que Servini de Cubría nada puede hacer porque la fórmula legal a la que apelaron para desoír su orden fue desvincular las elecciones locales de las de diputados nacionales –sobre las cuales es indiscutible que la magistrada tiene competencia–, pero el conflicto judicial está en puerta: desde Tribunales advirtieron que denunciarán a Ibarra por “desobediencia” y en la Casa Rosada advirtieron que “este caso va a terminar en la Corte Suprema”.
“No voy a permitir que una maniobra política entre un partido y la Justicia federal frene un proceso electoral absolutamente local y decidido en el uso de las atribuciones del jefe de gobierno, tal como manda la Constitución de la Ciudad”, destacó Ibarra, después de anunciar que “en uso de mis atribuciones he decidido ratificar la fecha del 8 de junio próximo para la realización de las elecciones”.
Ibarra hizo el anuncio del mismo modo en que 24 horas antes había fijado su posición frente a la resolución de Servini de Cubría: acompañado por todo su gabinete en el Salón Blanco de la jefatura de Gobierno de la Ciudad. El ex fiscal acusó una vez más al jefe de la SIDE, Miguel Angel Toma, de impulsar la suspensión de los comicios y reiteró que la decisión judicial en ese sentido constituía “un claro avasallamiento a la autonomía de la ciudad”.
El modo que Ibarra y sus asesores encontraron para eludir la orden de Servini de Cubría fue desvincular los comicios locales de los de diputados nacionales. “A efectos de posibilitar la realización de la elección en la fecha decidida, tomé la decisión de anular el decreto de simultaneidad que oportunamente he suscripto y a través del cual, dada la realización conjunta de las elecciones de la Ciudad con las de diputados nacionales, permitía la intervención de la Justicia Federal Electoral”, explicó el propio Jefe de Gobierno.
La autoridad competente en todos comicios locales siempre es la Justicia del distrito en el que se desarrollen, mientras que los nacionales son competencia de la Justicia Federal Electoral. Lo habitual en los casos en que unos coinciden con otros es la aplicación de la Ley de simultaneidad de elecciones, que para facilitar los trámites hace que la conducción del proceso electoral recaiga en los tribunales federales electorales. Como esa norma no es de aplicación obligatoria para los distritos, Ibarra decidió no utilizarla y así sacó la elección para jefe de gobierno y legisladores locales de manos de Servini de Cubría.
Al menos eso dicen en la jefatura de gobierno porque en Tribunales tienen otra visión del asunto. “Ibarra va a ser denunciado por desobedecer una orden judicial. Es un delito. La Justicia Electoral no va a suministrarle los padrones que necesita para la realización de los comicios porque está actuando fuera de la ley”, adelantaron voceros judiciales. “Esto de Ibarra va a terminar en la Corte Suprema”, especularon en la Casa Rosada.
“Lo primero que le ordena la Constitución de la Ciudad al Jefe de Gobierno es defender la autonomía porteña; por eso juró al asumir”, reaccionó la senadora Vilma Ibarra y relativizó la importancia de que Servini de Cubría retenga los padrones porque “ya fueron entregados a los partidos políticos”. La hermana del Jefe de Gobierno subrayó también que la magistrada “hizo lo mismo que el juez federal de Catamarca frente alplanteo de (Luis) Barrionuevo y ya lo dijo la Corte en ese caso que las elecciones locales son competencia de la Justicia local”.
Ibarra tuvo en cuenta la eventual reacción de Servini de Cubría, así como la posibilidad de que el tema termine en la Corte, pero eso no lo hizo modificar su decisión. “Si no entregan los padrones sería un bochorno”, declaró a Página/12 un allegado y coincidió en que “lo de Catamarca es un antecedente de que la Corte no se mete en estos casos”.
Tal como había dicho, antes de tomar su determinación Ibarra también escuchó la opinión del Tribunal Superior de Justicia porteño, que será el encargado de conducir el proceso electoral y cuyos miembros le aseguraron que están en condiciones de organizar todo en los dos meses que quedan de acá al próximo 8 de junio. Los integrantes del Tribunal le manifestaron, además, su disposición a prorrogar por 48 horas el plazo de inscripción de alianzas que vencía hoy a las once de la mañana. El pedido formal en ese sentido lo presentaron ayer mismo los apoderados del Frente Grande.
Pero además hubo razones políticas que llevaron a Ibarra a ratificar la fecha de los comicios. En la jefatura de gobierno tomaron nota de las declaraciones de Macri sobre la posible complicidad de Ibarra con Servini de Cubría y también evaluaron que no reaccionar frente a la suspensión de las elecciones sería interpretado como un signo de debilidad. “Aníbal reafirmó su autoridad y les tapó la boca a Macri y a los que en el Gobierno nacional dijeron que había ido a ver a Duhalde para tratar de parar las elecciones en la ciudad”, enfatizó uno de sus colaboradores.
En el Ministerio del Interior aseguraron anoche que las elecciones de diputados nacionales también se mantendrán el 8 de junio. La ley de simultaneidad no se va aplicar, pero lo lógico sería que Servini de Cubría y el Tribunal Superior porteño llegaran a un acuerdo oficioso para unificar la elección. Si no lo hacen, ese día los porteños deberán pasar por dos cuartos oscuros.